Retroceso en las negociaciones hispano-argelinas sobre gas natural

Las negociaciones hispano-argelinas sobre gas natural, que se encuentran en un callejón sin salida desde hace un año, han dado un paso hacia atrás, situándose en el mismo punto en que estaban en marzo del pasado año, según señalaron ayer a Efe fuentes españolas en Argel, quienes añadieron que se prepara una guerra informativa, después del fracaso de la última reunión en Madrid el pasado 13 de marzo.La agencia oficial argelina APS dio a conocer el pasado domingo la versión oficial de los hechos, se gún la Administración de este país. El comunicado argelino, en el que se hace...

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Las negociaciones hispano-argelinas sobre gas natural, que se encuentran en un callejón sin salida desde hace un año, han dado un paso hacia atrás, situándose en el mismo punto en que estaban en marzo del pasado año, según señalaron ayer a Efe fuentes españolas en Argel, quienes añadieron que se prepara una guerra informativa, después del fracaso de la última reunión en Madrid el pasado 13 de marzo.La agencia oficial argelina APS dio a conocer el pasado domingo la versión oficial de los hechos, se gún la Administración de este país. El comunicado argelino, en el que se hace totalmente responsable del fracaso de las negociaciones a la parte española, cuya postura se califica de "irreductible e incomprensible", contiene dos puntos principales.

El primero se refiere a la comunicación dada por la sociedad argelina Sonatrach a la española Enagas de que Argelia exige el cumplimiento estricto del contrato suscrito por ambas empresas en 1975, en el que -según la versión argelina- se contempla la revisión periódica de precios. En este punto se exige, además, el cumplimiento de la cláusula take or pay, que obliga a pagar la cantidad convenida (4.500 millones de toneladas por año). Ello supone pagar diariamente cerca de un millón de dólares.

El otro punto indica que Argelia, aunque no va a aceptar las actuales condiciones españolas, tampoco piensa por el momento recurrir al Tribunal Internacional de Ginebra, y aboga por el espíritu de cooperación y por una solución "equitativa" en interés de los dos países. Es decir, si bien no se aceptan las condiciones españolas, la aplicación estricta del contrato de 1975 sigue siendo negociable para Argelia, aunque ahora se exija su cumplimiento como postura de fuerza.

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