La depreciación del dólar continuó en todos los mercados internacionales, y en Madrid se cotizó ayer a 146,6 pesetas

El dólar volvió a registrar ayer en todos los mercados internacionales de cambios una depreciación sustancial que se concretó, en el mercado de Madrid, en que el fixing (tipo de cambio medio) del Banco de España se estableciera en 146,654 pesetas por dólar, prácticamente una peseta menos que en la sesión del martes, después de haber adquirido cerca de 50 millones de dólares. En el mercado japonés se rozó la frontera psicológica de los 220 yens por dólar y el franco belga, especialmente castigado en su relación con la divisa norteamericana a principios de año, se apreció en medio franco en la s...

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El dólar volvió a registrar ayer en todos los mercados internacionales de cambios una depreciación sustancial que se concretó, en el mercado de Madrid, en que el fixing (tipo de cambio medio) del Banco de España se estableciera en 146,654 pesetas por dólar, prácticamente una peseta menos que en la sesión del martes, después de haber adquirido cerca de 50 millones de dólares. En el mercado japonés se rozó la frontera psicológica de los 220 yens por dólar y el franco belga, especialmente castigado en su relación con la divisa norteamericana a principios de año, se apreció en medio franco en la sesión de ayer. En medios financieros alemanes se consideraba que no era necesario proceder, todavía, a un reajuste del sistema monetario europeo frente al dólar, a pesar de las declaraciones del ministro alemán de Economía, Otto Lambsdorff, en sentido contrario.

La depreciación del dólar en los mercados de cambios europeos y de Japón, algo matizada en el propio mercado de EE UU tras unas declaraciones del presidente del Banco Federal de Reserva norteamericano, Paul Volcker, afirmando que la economía de Estados Unidos seguirá creciendo a fuerte ritmo, plantea en estos momentos que algunos Gobiernos estudien la posibilidad de proceder a reducir sus tipos de interés, como alternativa a una posible apreciación de estas monedas que se pueda considerar excesiva. En este sentido, se señala que el Banco de Escocia, siguiendo el ejemplo del Barclays Bank, ha anunciado la baja de su tipo de descuento del 9% al 8,75%.La peseta continúa mostrando un comportamiento similar al del resto de las monedas europeas, apreciándose frente al dólar, aunque el tipo de cambio respecto a otras monedas europeas es cambiante. Mientras que la libra esterlina ha perdido terreno, y se ha depreciado ligeramente, el marco alemán ha ganado algo y al término de la sesión de ayer se situó en 57,76 pesetas por marco.

Los analistas consideran que el dólar mantendrá su baja general en los próximos meses, salvo situacion es de tensión especialmente graves que no se esperan, y que en cualquier caso las monedas que saldrán fortalecidas de estos movimientos serán el marco alemán y el yen japonés, economías en las que se nota ya la recuperación.

En este sentido se considera que la peseta deberá aprovechar el reajuste: que se está produciendo para establecer una nueva paridad frente al resto de las monedas.

Preocupación por las reservas

El ministro de Economía, Miguel Boyer, en su informe sobre coyuntura económica presentado al Consejo de Ministros celebrado ayer, señalaba que el déficit de la balanza de pagos por cuenta corriente en 1983 fue de 2.475 millones de dólares, frente a 4.100 millones un año antes, y que la pérdida de divisas en el conjunto del año fue de 300 millones de dólares, mientras que el año anterior se habían perdido 3.121 millones. En los dos primeros meses del año las reservas han aumentado en 990 millones de dólares, frente a un descenso de 552 millones en 1983.

Este evolución del saldo de reservas empieza a preocupar a los expertos financieros, quienes consideran poco menos que imprescindible que el Gobierno revise sus objetivos de política monetaria si se mantiene el ritmo de entrada de divisas. Una acumulación excesiva de reservas en poder del Banco de España como la que se está produciendo implica un aumento de la circulación de dinero que dificulta los objetivos de política monetaria. Para corregir este fenómeno la Administración ha anunciado de manera casi formal que no ve con malos ojos que las empresas privadas amorticen parte de sus créditos exteriores de forma anticipada. Para dar ejemplo, en el reciente viaje a Arabia Saudí del presidente del Gobierno se llegó al compromiso de que el Reino de España anticipará el pago de un crédito concedido en 1981, por valor de 200 millones de dólares, obtenido con unas condiciones duras. En estos medios se señala que, de continuar esta tendencia, el Gobierno no tendrá más remedio que inyectar liquidez al sistema para propiciar una baja de los tipos de interés y un aumento del crédito total.

Las empresas españolas que tradicionalmente salen a los mercados exteriores en busca de recursos para financiar sus inversiones, como pueden ser las compañías eléctricas, tienen en estos momentos una oferta de operaciones superior a sus necesidades, como consecuencia de la evolución de la economía española.

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