El Gobierno minimiza la importancia de la visita relámpago de Fidel Castro a España

Medios gubernamentales españoles restaban ayer importancia a la visita relámpago realizada el jueves a Madrid por el presidente cubano, Fide¡ Castro. Portavoces de la Presidencia del Gobierno subrayaban el hecho de que el líder cubano y el jefe del Ejecutivo español no se encontraron a solas ni un sólo minuto durante las cinco horas que duró la prolongada escala técnica de Fidel Castro.

La presencia de personajes de escasa relevancia política, en el almuerzo ofrecido por González en la Moncloa como el dirigente sindical cubano que acompañó a Castro a los funerales de Andropov en Moscú, ...

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Medios gubernamentales españoles restaban ayer importancia a la visita relámpago realizada el jueves a Madrid por el presidente cubano, Fide¡ Castro. Portavoces de la Presidencia del Gobierno subrayaban el hecho de que el líder cubano y el jefe del Ejecutivo español no se encontraron a solas ni un sólo minuto durante las cinco horas que duró la prolongada escala técnica de Fidel Castro.

La presencia de personajes de escasa relevancia política, en el almuerzo ofrecido por González en la Moncloa como el dirigente sindical cubano que acompañó a Castro a los funerales de Andropov en Moscú, constituyen una prueba, a juicio de las fuentes gubernamentales españolas, de que el asunto había sido tan sólo un encuentro casi casual.Diplomáticos españoles en Madrid y Moscú negaban que el encuentro hubiera sido organizado con antelación. Ayer se esgrimía todavía la tesis, ya manejada el jueves, de que la visita relámpago había sido conocida oficialmente en España menos de 12 horas; antes de que el avión de Aeroflot en el que viajaba el presidente cubano despegara de Moscú.

Portavoces oficiales españoles afirman que si el Gobierno de Madrid mantuvo en secreto el asunto durante las horas previas al aterrizaje de Castro en Madrid, fue sólo porque los propios cubanos habían rogado que el tema se llevara con discreción para poder respetar las muy cuidadas medidas de seguridad que rodean al presidente de Cuba en todos sus desplazamientos.

Altos cargos del Gobierno confesaron ayer haberse enterado de la visita a través de los medios de comunicación. Lo mismo le sucedió al ex presidente Adolfo Suárez, coprotagonista con Castro del famoso abrazo de La Habana, de 1978. Suárez -que sigue recibiendo, periódicamente del presidente cubano los valiosos puros Cohiba con los que éste acostumbra a agasajar a sus amigos- conoció la noticia el mismo jueves, a mediodía, gracias a un redactor de EL PAIS que le había llamado por teléfono para conocer su opinión.

Funcionarios españoles comentaban ayer que Castro, consciente de la sorpresa provocada en Madrid al entrar casi sin llamar, le había dicho picaronamente a González, poco después de aterrizar en Madrid, algo así como: "Vaya gol que te he colado".

El líder de la oposición española, Manuel Fraga, en declaraciones hechas ayer a la Cadena SER, mostró su desagrado por la visita del líder revolucionario cubano. "Fidel Castro", dijo Fraga, "no puede ser recibido aquí más que como lo que es: un peligrosísimo dictador militar". Por su parte, el senador del Grupo Popular Javier Rupérez remitió ayer una interpelación pidiendo al presidente del Gobierno que explique cómo se preparó la visita de Castro a Madrid.

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Rupérez mostró su sorpresa por el hecho de que la escala técnica concluyera con un almuerzo en la Moncloa, y subrayó que la presencia de Castro en Madrid era "indeseable". Para apoyar este adjetivo, el senador del Grupo Popular argumentaba que el presidente cubano acostumbra a "injerirse" en los asuntos internos de España, y que ha carecido de Voluntad a la hora de satisfacer las reclamaciones de los españoles que resultaron afectados por las nacionalizaciones decretadas por el Gobierno de La Habana.

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