La alegría del sexo

Queremos expresar nuestra opinión respecto a las manifestaciones que en distintos medios de información se vienen haciendo contra un libro distribuido en centros escolares por la Junta de Andalucía sobre educación sexual que se dirige a los niños de 5 a 12 años de edad.Apenas constatar, que todavía se insiste en eliminar por todos los medios la alegría del sexo, en considerar que un fenómeno tan normal como la sexualidad ha de se guir perteneciendo al ámbito de lo innombrable, y que el sentido que los niños van a dar a cualquier in formación sobre el tema va: a estar cargado de tanto morbo y p...

Queremos expresar nuestra opinión respecto a las manifestaciones que en distintos medios de información se vienen haciendo contra un libro distribuido en centros escolares por la Junta de Andalucía sobre educación sexual que se dirige a los niños de 5 a 12 años de edad.Apenas constatar, que todavía se insiste en eliminar por todos los medios la alegría del sexo, en considerar que un fenómeno tan normal como la sexualidad ha de se guir perteneciendo al ámbito de lo innombrable, y que el sentido que los niños van a dar a cualquier in formación sobre el tema va: a estar cargado de tanto morbo y picares ca como existe en esos adultos puritanos que, vestidos de policías y defensores, crean hipócritamente una forzada inocencia infantil que, como se sabe, sirve sólo para crear conflictos y sentimientos de culpa en los niños. Pretenden estas buenas gentes que la información sobre sexualidad se dirija a niños mayores de 15 años, es decir, que no consideran necesario graduarla de acuerdo con las etapas de evolución afectiva e intelectual, y contra toda postura pedagógica abogan por iniciar la enseñanza a edades en que la actitud ante el tema ya puede estar lo suficientemente deformada. De otra parte, rechazan que el libro incluya fotografías, por asociarlas con pornografía y estimar que denigran a la familia, por lo que cabe pensar que, siguiendo este misma línea, pueden llegar a considerar también pornografía a la propia pareja sexual.

No solamente es necesario informar, se precisa también que la cuestión del sexo deje de abordarse como algo problemático; es necesario desculpabilizar la sexualidad para que ésta pueda enriquecer y mejorar la personalidad y sirva a la intercomunicación y a la solidaridad. /