La banca puede financiar parte de las pérdidas de Rumasa suscribiendo deuda pública

Inminente adjudicación del Atlántico, el mas importante de la división bancaria de Rumasa, al grupo Santander

El Banco Atlántico -conocido como la perla del grupo Rumasa- será adjudicado, a finales de este mes con toda probabilidad, a muy bajo precio y a toda prisa, al grupo del Banco de Santander. Tanto la banca privada como el Banco de España (propietarios al 50% del Fondo de Garantía de Depósitos) mostraron la semana pasada cierto nerviosismo por el retraso en la salida del mayor banco de Rumasa de las manos del Estado. El ministro de Economía, Miguel Boyer, ha aprovechado dos reuniones con sindicalistas de, UGT y de CC OO para rebajar el precio de venta del Banco Atlántico mostrándolo como cargado...

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El Banco Atlántico -conocido como la perla del grupo Rumasa- será adjudicado, a finales de este mes con toda probabilidad, a muy bajo precio y a toda prisa, al grupo del Banco de Santander. Tanto la banca privada como el Banco de España (propietarios al 50% del Fondo de Garantía de Depósitos) mostraron la semana pasada cierto nerviosismo por el retraso en la salida del mayor banco de Rumasa de las manos del Estado. El ministro de Economía, Miguel Boyer, ha aprovechado dos reuniones con sindicalistas de, UGT y de CC OO para rebajar el precio de venta del Banco Atlántico mostrándolo como cargado de problemas y poco interesante para el sector público.

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La rápida entrega a manos privadas del Atlántico, el mayor banco de Cataluña -saneado con dinero de los contribuyentes y sin que la banca haya participado en el saneamiento de Rumasa, cuyas pérdidas acumuladas para el Estado superan ya los 365.000 millones de pesetas- ha creado cierto malestar en medios del partido socialista e, incluso, del Gobierno.Miguel Boyer presentó en Consejo de Ministros el pasado viernes el proyecto de pliego de condiciones para la venta del Atlántico, mecanografiado precipitadamente y elaborado por la dirección del Fondo de Garantía de Depósitos, en el que se fijaban las ayudas oficiales ofrecidas a los compradores, los activos asumidos por los mismos, el precio de las acciones, etcétera.

Estética de la reprivatización

El Consejo de Ministros de hoy podría autorizar a Boyer la entrega del pliego definitivo a los presuntos compradores y fijar un plazo de una o dos semanas para la adjudicación del banco. Se da como seguro, en medios bancarios, que a finales de enero el Banco Atlántico estará dentro del grupo Banco de Santander, sólo o para ser unido a Bankinter -en el que, además del Santander, participa el Bank of America. con el 22%-. No obstante, hasta el último momento quedará una sombra de duda sobre las actualmente pequeñas posibilidades que tiene el gigante norteamericano de quedarse con el Atlántico, sí paga mejor precio, que el que don Emilio Botín está dispuesto a pagar para acercar las herencias bancarias de sus dos hijos: Emilio, futuro presidente del Santander, y Jaime, del Bankinter. Por otra parte, tampoco se descarta que el Banco de Bilbao, interesado desde el principio en el Atlántico, participe a última hora y por sorpresa en el concurso restringido. En todo caso los estragos producidos en el ranking bancario por la suma a cualquiera de los siete grandes de los 184.000 millones de depósitos, 3.500,empleados y más; de ciento setenta oficinas del Banco Atlántico no son desdeñables para la vanidad y/o la estrategia de los banqueros.

No perder la confianza

El Bank, of America, además, no parece haber perdido su confianza en nuestra economía ni su interés por sentar plaza de banco comercial en España. La banca española prefiere sin duda que el Atlántico quede entre ellos porque aún teme la competencia de los extranjeros pero todo dependerá, al final, no sólo del precio ofrecido por cada uno sino de la decisión política del Gobierno socialista que puede decidirse por los americanos por razones de estabilidad extrabancarias.

El director general del Bank of America, que se ha entrevistado varias veces con el director del Fondo, Juan Antonio Ruiz de Alda, hasta hace pocos días, no ha querido confirmar ni desmentir a este periodico su participación en el concurso para comprar el Banco Atlántico en solitario o acompañando a su socio en el Bankinter, el Banco de Santander.

'Deuda Rumasa' o 'Deuda Boyer' para la historia

La participación e, incluso, la presión del Fondo -es decir, de la banca privada y del Banco de España a través del subgobernador Mariano Rubio- en un asunto hasta ahora exclusivamente público, como es la venta de bienes del Estado, no ha sido bien vista por los socialdemócratas del PSOE. Militantes influyentes del partido socialista se muestran aún contrarios a la reprivatización de los bancos expropiados a Rumasa y partidarios, por tanto, de una cierta banca pública que rompa el actual oligopolio privado de captación de depósitos. Son los mismos que empiezan a criticar abiertamente la "extremada dureza" del plan de estabilización de Mariano Rubio-Boyer y defienden un ajuste de la economía española más "gradualista" que castigue menos las rentas salariales y, por ello, el consumo interior.

El ministro de Economía y Hacienda, Miguel Boyer, tras haber afirmado que los bancos de Rumasa serían saneados a través del Fondo de Garantía de Depósitos, parece haber dado marcha atrás, cargando el coste de la ruinosa nacionalización de pérdidas de Rumasa sobre el Tesoro público.

Para concluir la privatización del Banco Atlántico, de una manera políticamente presentable ante el electorado, el ministro de Economía y Hacienda está estudiando una fórmula, a negociar con los siete grandes, por la que la banca española aceptaría prestar dinero al Estado para, por lo menos, financiar a largo plazo el déficit originado por los 365.000 millones de pérdidas de Rumasa.

La banca privada no pagaría así la parte correspondiente a su participación del 50% en el Fondo de Garantía -que aseguraba a los 20 bancos de Rumasa- sino una parte menor aunque importante. El Estado tendría que devolver el dinero a la banca durante unos diez años y con un sofisticado sistema de ajuste de tipos de interés variables.

El tipo de interés inicial pagado por el Estado a la banca rondaría el 14%.

Con este tipo benéfico para el Estado, la banca -que puede prestar ese dinero al 18% a sus clientes- perdería cuatro puntos de beneficio y esa pérdida acumulada durante diez años, a sus tipos correspondientes, sería su contribución para justificar la vuelta a manos privadas de los bancos de Rumasa saneados con dinero exclusivamente público.

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