Moscú amenaza veladamente con abandonar también la negociación sobre armas estratégicas

El Kremlin puede estar replanteándose su presencia en las conversaciones sobre armas estratégicas que mantiene con Estados Unidos en Ginebra, cuando aún no han pasado ni dos semanas de su retirada de las negociaciones sobre armas de alcance medio en Europa, que Washington y Moscú venían celebrando en esa misma ciudad suiza desde hace dos años.

Ésta es la sugerencia que círculos occidentales de Moscú extraen de las declaraciones hechas por el viceministro de Asuntos Exteriores de la URSS, Georgi Kornienko, que ayer se presentó en conferencia de prensa junto con el número dos del E...

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El Kremlin puede estar replanteándose su presencia en las conversaciones sobre armas estratégicas que mantiene con Estados Unidos en Ginebra, cuando aún no han pasado ni dos semanas de su retirada de las negociaciones sobre armas de alcance medio en Europa, que Washington y Moscú venían celebrando en esa misma ciudad suiza desde hace dos años.

Ésta es la sugerencia que círculos occidentales de Moscú extraen de las declaraciones hechas por el viceministro de Asuntos Exteriores de la URSS, Georgi Kornienko, que ayer se presentó en conferencia de prensa junto con el número dos del Ejército soviético -el mariscal Nikolai Ogarkov, jefe del Alto Estado Mayor- y el portavoz del partido -Leónidas Zamiatin, jefe del Departamento de Información Internacional del Comité Central del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS)-. Kornienko afirmó que el día 8 de diciembre -día en que habrá de reanudarse una última ronda de conversaciones sobre armas estratégicas antes de que acabe el año- se sabrá qué opina Moscú al respecto. Ayer fue la segunda ocasión en que esta trinidad de los poderes del Kremlin -Ejército, partido y diplomacia- se presentaba ante la Prensa extranjera acreditada en Moscú. Los tres ocuparon la misma tribuna el pasado mes de septiembre para explicar las razones de Moscú frente al incidente del derribo de un jumbo comercial surcoreano que costó la vida a 269 personas.Zamiatin no fue nada locuaz al ser preguntado por el estado de salud de Yuri Andropov; se ciñó a la tesis oficial de que el líder soviético tiene un resfriado y que se está recuperando sin abandonar sus tareas de Estado. El portavoz del PCUS no desveló las dudas de las decenas de observadores occidentales en Moscú, que parecen resignados a prescindir de las vacaciones de Navidad y esperar a ver si el líder de la URSS asiste o no al pleno del comité central que habrá de celebrarse el 26 y el 27 de este mes y si se: deja ver en público en la sesión del Soviet Supremo (parlamento) que tendrá lugar el día 28. Se cree que la determinación de una fecha tan tardía para la reunión del Soviet Supremo -que por lo general mantiene su sesión de otoño a finales de noviembre- es una muestra clara de que el líder de la URSS aún no está recuperado del todo y se intenta que de aquí al día 28 pueda aparecer en público después de más de cuatro meses de ausencia.

Las fuentes informativas soviéticas se apegan a un hermetismo aún superior al habitual, y en los círculos diplomáticos occidentales comienzan a surgir especulaciones sobre el débil futuro político que podría esperarle a Andropov en el caso de que -cosa insólita en la URSS- no pueda presidir un pleno del comité central como secretario general que es ni un pleno del Soviet Supremo, cuyo Presidium encabeza desde el pasado mes de junio.

Un tercer tema estelar de la conferencia de prensa de ayer fue el asunto del desarme en Europa. Zamiatin, Ogarkov y Kornienko repitieron las tradicionales tesis del Kremlin respecto a la instalación de los euromisiles estadounidenses, añadiendo escasos matices. En este sentido, es de notar lo dicho por el viceministro de Asuntos Exteriores, Kornienko, quien manifestó que Estados Unidos debía "mostrar su disposición" a volver a la situación existente antes del comienzo de la instalación de los euromisiles para que Moscú decidiera de nuevo participar en las conversaciones de Ginebra.

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