La concentración empresarial y las nuevas tecnologías, graves amenazas para la Prensa escrita, según la OIT

Las tendencias a la concentración empresarial y la progresiva implantación de nuevas tecnologías comunicativas suponen una grave amenaza para la pervivencia de la Prensa escrita, según un estudio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) titulado Profesión, periodista, que se publicará próximamente. Según este informe, los periódicos tendrán que adaptarse a las nuevas exigencias de una sociedad familiarizada con una información instantánea y recibida por ordenador si quieren sobrevivir.

A medida que los diarios desaparecen a un ritmo alarmante, el periodismo electrónico va desb...

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Las tendencias a la concentración empresarial y la progresiva implantación de nuevas tecnologías comunicativas suponen una grave amenaza para la pervivencia de la Prensa escrita, según un estudio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) titulado Profesión, periodista, que se publicará próximamente. Según este informe, los periódicos tendrán que adaptarse a las nuevas exigencias de una sociedad familiarizada con una información instantánea y recibida por ordenador si quieren sobrevivir.

A medida que los diarios desaparecen a un ritmo alarmante, el periodismo electrónico va desbancando a muchos profesionales y auxiliares del cuarto poder. Las comunicaciones por satélite, los cables coaxiales, que permiten el envío, por ejemplo, de 70.000 palabras por segundo, las computadoras y los terminales portátiles son, hoy día, instrumentos de doble filo: a la vez que mejoran y simplifican las tareas periodísticas acarrean el riesgo del paro, para muchos trabajadores del sector.La Prensa está en plena mutación. Los nuevos procedimientos de fotocomposición han constituido un duro golpe para la profesión del linotipista, aunque no haya afectado directamente a la seguridad de empleo de los periodistas. Sus funciones y métodos de trabajo, en cambio, sí se han visto sensiblemente modificados. Pero la amenaza más inmediata es la disminución "considerable e ininterrumpida" del número de diarios, sobre todo los periódicos de provincias.

Incapaces de sufragar los costos de producción cada vez mayores, o de soportar el peso económico de la reconversión tecnológica, muchos rotativos desaparecen o pasan a ser absorbidos por imperios periodísticos. Ésta es una de las constataciones de la Organización Internacional de Trabajo (OIT) en su estudio Profesión, periódista.

El informe señala que en 1951 había en Francia 107 diarios independientes de provincias y que en 1973 sólo quedaban 42. En Estados Unidos el número de ciudades con dos o más periódicos diarios era de 239 en 1880, para pasar a sólo 45 en 1968. Esta tendencia lenta a la desaparición podría precipitarse.

El estudio de la OIT advierte que la difusión de las computadoras de uso doméstico puede empeorar la situación y plantear una amenaza incluso más grave para los periódicos diarios en su forma actual. Esos terminales, conectados a aparatos de televisión o a una red de emisoras o a un banco de datos de agencias informativas, programados por computadora, pueden proporcionar una corriente ininterrumpida de titulares y de noticias de último momento en cantidades suficientes para satisfacer el gusto de los más insaciables.

Si esos sistemas llegan a formar parte del equipo ordinario de los hogares, añade la OIT, quizá condenen a muerte a la Prensa diaria pero pueden ser una inyección estimulante para los periódicos y las publicaciones especializadas, en su calidad de fuentes de materiales explicativos o complementarios.

Sin embargo, la importancia de la Prensa tradicional, escrita u oral, sigue intacta y no se mide por la magnitud de la tirada de los periódicos ni por el número de aparatos de radio y televisión, sino por su variada función en la vida moderna. La Prensa tradicional informa, instruye y divierte, constata la OIT, pero al disminuir cada vez más la diferencia entre la información y el comentario analítico, existe la posibilidad de que la Prensa influya considerablemente sobre la opinión pública y los propios acontecimientos.

En los 50 años transcurridos desde que la OIT efectuó su anterior estudio sobre los periodistas, los cambios en la profesión, además de las recientes innovaciones tecnológicas, han sido considerables. El periodista no es el mismo de antes; en vez de ascender "de recadero a jefe de redacción", lo más probable es que el periodista de nuestros días sea una persona titulada, universitaria y/o con estudios especializados en periodismo.

Una profesión peligrosa

El informe insiste mucho en la tendencia a la especialización del periodista y los problemas derivados de la jornada irregular de trabajo a la que se ve sometida la mayoría de los profesionales. Citando cifras del Instituto Internacional de la Prensa (IIP), la OIT constata que el periodismo es una profesión peligrosa.

En 1978, los periodistas fueron objeto de intento de asesinato en seis países, víctimas de la tortura o de otras formas de violencia en ocho países, de secuestros en seis países y de encarcelamientos en 21. Amnistía Internacional afirma que durante ese mismo año 104 corresponsales. de prensa desaparecieron o fueron encarcelados en 25 países.

Tras evocar las condiciones sociolaborales de la profesión y constatar que varían mucho de un país a otro, el estudio se fija en una categoría de periodistas que suele estar al margen de los convenios colectivos: los periodistas libres, los que trabajan por cuenta propia. Esta libertad profesional tiene su precio: fuera de unos cuantos nombres estelares que pueden fijar sus propios honorarios, los demás están expuestos a la explotación.

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