El espejo roto del cambio

La llamada "reestructuración funcional y administrativa de RTVE", la medida número 44 de las 100 que el PSOE ofrecía para el cambio, no se ha cumplido. Así lo reconoce el propio PSOE, que omite toda referencia a RTVE en el detallado repaso de aquellas medidas en el libro 365 días de Gobierno socialista. Parece, asimismo, lejos de lograrse el objetivo de José María Calviño de hacer de RTVE "el espejo del cambio".A lo largo del año se han prodigado, por el contrario, sucesivos escándalos en la gestión socialista de RTVE. La suspensión el 14 de enero de un programa de ...

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La llamada "reestructuración funcional y administrativa de RTVE", la medida número 44 de las 100 que el PSOE ofrecía para el cambio, no se ha cumplido. Así lo reconoce el propio PSOE, que omite toda referencia a RTVE en el detallado repaso de aquellas medidas en el libro 365 días de Gobierno socialista. Parece, asimismo, lejos de lograrse el objetivo de José María Calviño de hacer de RTVE "el espejo del cambio".A lo largo del año se han prodigado, por el contrario, sucesivos escándalos en la gestión socialista de RTVE. La suspensión el 14 de enero de un programa de La clave por razones políticas puso en en tredicho la credibilidad en la independencia de RTVE respecto al Gobierno y su partido. Un incidente que agravaron las desafortunadas justificaciones y explicaciones ofrecidas por el director General de RTVE, José María Calviño, y por José Luis BaIbín, director de La clave y de los Servicios Informativos de TVE.

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El equipo directivo, especialmente en Televisión, la sociedad más importante del Ente, entró en una crisis provocada además por un organigrama escasamente racional. Calviño dispone el 21 de septiembre el cese de Balbín. El presidente del Gobierno afirma en el Parlamento, durante el debate sobre El estado de la nación, que no está satisfecho con la programa ción de TVE. El socialista Antonio López dimite poco después de la dirección de TVE y le acompañan unos 15 directivos y mandos intermedios, de las áreas técnica, de programación y de producción, entre ellos militantes del PSOE.

El resultado de la gestión para el PSOE es el enfrentamiento y la ruptura entre sus militantes de, RTVE, partidarios y detractores de Calviño, la escisión de UGT en dos grupos con sendos secretarios generales. La división socialista alcanza al Consejo de Administración de RTVE, que, lejos de actuar con el "alto grado de independencia" que preconiza el Estatuto, se estanca en un órgano con muy escasas competencias y que reproduce la política de los grupos con mayoría parlamentaria.

Los socialistas no han podido presentar todavía una programación que sea, como dijo Calviño, "espejo del cambio", sino reajustes y sustituciones de programas, muchos de ellos producidos en etapas anteriores. La racionalización de la gestión económico-financiera es, por el momento, un proyecto redactado en los documentos Plan estratégico y Plan Integral de Mecanización e Informatización (PIMI), cuya aplicación entre 1983 y 1987 costará a RTVE 1.534 millones de pesetas.

En el plano de la política de la comunicación y de la información en general, la Administración socialista ha acometido la preparación de una ley de Ordenación de las Comunicaciones, que unificará las grandes redes técnicas dispersas en estos momentos -Telefónica, Correos y Radiotelevisión- y la decisión de presentar un paquete de leyes de Prensa que sustituirán a la llamada Ley Fraga.

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