¿Pero amenaza Granada?

Una hipotética amenaza para las vidas norteamericanas, una denuncia de anarquía y una petición de los países vecinos caribeños han bastado para justificar una invasión de Granada por fuerzas americanas, con una ayuda a título de muestra de los aliados antillanos.Si hubiera realmente una amenaza para los ciudadanos norteamericanos, no cabe duda de que el rescate estaría justificado. Pero no se ha visto amenaza alguna. Y los, invasores no se comportan como un equipo de rescate que desembarca y luego se va.

Si el orden y la autoridad se hubieran venido realmente abajo en Granada, habría si...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Una hipotética amenaza para las vidas norteamericanas, una denuncia de anarquía y una petición de los países vecinos caribeños han bastado para justificar una invasión de Granada por fuerzas americanas, con una ayuda a título de muestra de los aliados antillanos.Si hubiera realmente una amenaza para los ciudadanos norteamericanos, no cabe duda de que el rescate estaría justificado. Pero no se ha visto amenaza alguna. Y los, invasores no se comportan como un equipo de rescate que desembarca y luego se va.

Si el orden y la autoridad se hubieran venido realmente abajo en Granada, habría sido conveniente un llamamiento para restaurarlos, pero hasta el momento no se ha visto dicho caos.

Más información
Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

( ... ) El motivo para tan radical intervención quirúrgica sugiere un juicio diferente: que una Administración frustrada no ha obrado porque algo sea justo y necesario, sino sólo deseable y factible. ( ... )

Esta sucesión de acontecimientos alarmó claramente a los miniestados antillanos, así como a Jamaica y Barbados. Son países débiles y pobres, y sus regímenes de centroderecha temían que Granada, ayudada por Cuba y la Unión Soviética, infectara la región con un izquierdismo militante. Los temores eran auténticos, y si hubiese una clara evidencia de intervención cubana o soviética sería un motivo para la intervención de Estados Unidos.

Pero aún no se ha invocado ninguna evidencia en tal sentido. La preocupación por las vidas de 1.000 norteamericanos, la mayoría de ellos estudiantes en una facultad de Medicina, parece haber sido un motivo aventurado en el mejor de los supuestos. Su evacuación, en todo caso, no requiere una ocupación.

Con idéntica vaguedad, el secretario de Estado, Shultz, ha hablado de una atmósfera de violenta incertidumbre. Aun cuando sea exacto, esa condición es un frágil alegato para la invasión.

La acción es política. Va dirigida a librar el Caribe de simpatizantes soviéticos. Y al mismo tiempo demuestra a los radicales de Centroamérica que sólo la logistica, no las leyes ni los tratados, determinará los medios que Estados Unidos está dispuesto a emplear contra ellos.

26 de octubre

Archivado En