El plan de Obras Públicas

El ministro de Obras Públicas y Urbanismo, Julián Campo, después de un largo período de relativo silencio, se presentará el próximo jueves ante el Congreso de los Diputados para presentar, con la solemnidad propia del caso, un ambicioso plan de carreteras.A pesar de lo impresionante de las cifras -600.000 millones de pesetas-, el Estado no tendrá que hacer un desembolso excepcional, ya que de lo que en realidad se trata es de aplicar, dentro de un programa coherente a largo plazo -la duración del plan es de ocho años-, las asignaciones norniales de cada ejercicio presupuestario.

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El ministro de Obras Públicas y Urbanismo, Julián Campo, después de un largo período de relativo silencio, se presentará el próximo jueves ante el Congreso de los Diputados para presentar, con la solemnidad propia del caso, un ambicioso plan de carreteras.A pesar de lo impresionante de las cifras -600.000 millones de pesetas-, el Estado no tendrá que hacer un desembolso excepcional, ya que de lo que en realidad se trata es de aplicar, dentro de un programa coherente a largo plazo -la duración del plan es de ocho años-, las asignaciones norniales de cada ejercicio presupuestario.

Este plan responde a una necesidad obvia de mejora de nuestra red vial y representará un eficaz acicate para la generación de, empleo; por otra parte, el hecho de que el ministerio sea capaz de planificar tan a largo plazo perrnitirá a las empresas adecuar sus estrategias con tiempo suficiente.

Hay que lamentar, sin eribargo, que este plan no salga con la debida imbricación de los planes parciales que son atribucién de las comunidades autónomas. Desgraciadamente, la adaptación operativa de estas comunidades es lenta y en algunos casos penosa, por lo que el ministro ha tenido que tirar por la calle de en medio y hacer su avance del plan hasta que pueda desprenderse de la palabra avance en cuanto los programas autónomos y los del Estado puedan integrarse en un conjunto armónico.

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El avance del plan de Julián Campo, que estará integrado por tres programas básicos -nuevas autovías, mejora de la red actual y comunicaciones interregionales-, tendrá su punto más polémico en lo que a las autovías se refiere. Las autovías -unos 2.000 kilómetros de nueva construcción y 200.000 millones de inversión-, que sustituirán a las autopistas proyectadas en su día, pueden quedarse demasiado anchas en algunos casos y demasiado angostas en ciertos tramos -muy pocos- en los que estaría más justificada la realización de autopistas.(...

10 de octubre

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