Moscú califica a Lech Walesa de cínico
En la primera reacción habida en la Prensa soviética al nombramiento de Lech Walesa como premio Nobel de la Paz, el diario gubernamental Izvestia presentó ayer al sindicalista polaco como un hombre cínico, preocupado sólo por su dinero, que totalizaría más de un millón de dólares (150 millones de pesetas).
Izvestia, no obstante, no habló de la concesión del Nobel a Walesa, noticia esta que los soviéticos no conocen aún oficialmente, si bien muchos de ellos la escucharon ya oportunamente a través de la emisoras occidentales.La información del diario moscovita -que estab...
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En la primera reacción habida en la Prensa soviética al nombramiento de Lech Walesa como premio Nobel de la Paz, el diario gubernamental Izvestia presentó ayer al sindicalista polaco como un hombre cínico, preocupado sólo por su dinero, que totalizaría más de un millón de dólares (150 millones de pesetas).
Izvestia, no obstante, no habló de la concesión del Nobel a Walesa, noticia esta que los soviéticos no conocen aún oficialmente, si bien muchos de ellos la escucharon ya oportunamente a través de la emisoras occidentales.La información del diario moscovita -que estaba encabezada por un llamativo titular: "Dólares que huelen a sucio"- se basaba en la grabación de una supuesta conversación telefónica habida entre Walesa y su hermano, que fue difundida por la televisión polaca antes de que se supiera su nombramiento como Nobel de la Paz 1983.
"Los telespectadores", decía ayer Izvestia, "escucharon a Walesa pedir ayuda a su hermano para que invirtiera su dinero de la manera más provechosa posible". "Occidente", proseguía, "había pagado muy generosamente a Walesa para que sembrara en Polonia el odio y la anarquía, y éste llegó a acumular una fortuna de más de un millón de dólares".
El periódico gubernamental soviético agrega que Walesa no deseaba transferir este dinero a Polonia para evitar los impuestos de este país, y había optado por depositarlo en un banco del Vaticano e invertir en acciones petrolíferas para poder duplicar en poco tiempo su capital.
"Hay", sentencia Izvestia, "un hedor que viene del dinero con el que se vendió a los imperalistas, exacerbados enemigos de su país". Finalmente, le califica de "extremista" y le presenta como una especie de gánster.