La Diada de 1983

Convergéncia Democrática de Catalunya ha dicho no a la manifestación unitaria de la Diada del 11 de septiembre. Y ha dicho no de una manera razonada y sin que su negativa pueda interpretarse como un intento de eludir la presencia nacionalista en la jornada patriótica. Su historial y su política están por encima de toda sospecha de oportunismo (... )Convergència alega en primer lugar la inexistencia de motivaciones unitarias. Cada partido se ha trazado su camino y lo sigue libremente. Caminos que no tienen que ser forzosamente convergentes (sin que la palabra tenga otras connotaciones que las g...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Convergéncia Democrática de Catalunya ha dicho no a la manifestación unitaria de la Diada del 11 de septiembre. Y ha dicho no de una manera razonada y sin que su negativa pueda interpretarse como un intento de eludir la presencia nacionalista en la jornada patriótica. Su historial y su política están por encima de toda sospecha de oportunismo (... )Convergència alega en primer lugar la inexistencia de motivaciones unitarias. Cada partido se ha trazado su camino y lo sigue libremente. Caminos que no tienen que ser forzosamente convergentes (sin que la palabra tenga otras connotaciones que las gramaticales). Pueden ser paralelos y divergentes. Hay un hecho en el que coinciden todos, Cataluña, pero la interpretación de Cataluña de CDC, del PSC- PSOE, del PSUC, de ERC, de UDC o de N. d'E es muy distinta. Por ello es más aconsejable una celebración íntima, seria, reflexiva de la lección histórica de la Diada, nada multitudinaria ni confusa. Compatible, por otra parte, con la alegría normal de una jornada festiva, porque a pesar de que su origen sea una fecha amarga para Cataluña, la de la derrota en la guerra de Sucesión y la pérdida de todos los fueros y privilegios, de todos los restos de su pasado esplendor como poderoso estado Mediterráneo, es la fiesta nacional de un pueblo que se siente muy unido a su tierra, a su historia y a su cultura.

Los motivos expuestos los consideramos válidos, pero hay algo más que añadimos nosotros: en la situación que se atraviesa, tensa y manipulada por provocaciones de distinto signo, eliminar las posibles ocasiones de incidentes es siempre encomiable. Cuando no existe una coincidencia de objetivos, la reunión de miles de personas puede ser peligrosa. Basta que un grupo de exaltados o de provocadores al servicio de escondidos intereses inicie una situación de violencia, para que se rompa la paz cívica que Cataluña ha sabido conservar hasta ahora ( ... )

La fiesta del 11 de septiembre es necesaria, pero hay que celebrarla sin artificiosidades. Ha de ser clara, honesta de intenciones y fraterna sin imposiciones ideológicas. Este año, lo mejor es celebrarla reflexivamente.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En