El Papa pide que se apliquen los acuerdos

Juan Pablo II pidió ayer que se apliquen los acuerdos de Gdansk en Polonia y la reanudación del diálogo entre el Gobierno y las fuerzas sociales polacas. El Papa hizo este llamamiento durante una alocución ante varios centenares de polacos que asistieron ayer a la tradicional audiencia de los miércoles en la plaza de San Pedro.Dirigiéndose en polaco a sus compatriotas, Juan Pablo II dijo: "Hoy recordamos el tercer aniversario de los acuerdos de Gdansk y Szczecin entre el Gobierno polaco y los trabajadores. Esto supuso un momento especialmente importante en la reciente historia de Polonia".
...

Juan Pablo II pidió ayer que se apliquen los acuerdos de Gdansk en Polonia y la reanudación del diálogo entre el Gobierno y las fuerzas sociales polacas. El Papa hizo este llamamiento durante una alocución ante varios centenares de polacos que asistieron ayer a la tradicional audiencia de los miércoles en la plaza de San Pedro.Dirigiéndose en polaco a sus compatriotas, Juan Pablo II dijo: "Hoy recordamos el tercer aniversario de los acuerdos de Gdansk y Szczecin entre el Gobierno polaco y los trabajadores. Esto supuso un momento especialmente importante en la reciente historia de Polonia".

"En este día", añadió Juan Pablo II, "oremos junto a la Iglesia polaca y a los hombres de buena voluntad de todo el mundo para que esos acuerdos sean aplicados en el marco de un auténtico diálogo entre el Gobierno y la sociedad".

Los acuerdos de Gdansk fueron firmados por Lech Walesa, entonces presidente del Comité de Huelga Interempresas (MKS), y el viceprimer ministro, Mieczyslaw Jagielski, el 31 de agosto de 1980 en Gdansk, tras más de dos semanas de huelga.

Los dos puntos más importantes de esos acuerdos eran la creación de sindicatos independientes y autogestionados y el reconocimiento del derecho de huelga.

También estipulaban el acceso de la Iglesia a la radio y la televisión estatales para la difusión de una misa semanal; la promulgación de una nueva ley sobre la censura, en la que se establecía la posibilidad de recurrir las decisiones de las autoridades en este campo; la readmisión de los trabajadores despedidos durante las revueltas obreras de 1970 y 1976; la liberación de unos 40 detenidos, y unas subidas salariales que serían negociadas posteriormente.

Estos acuerdos fueron saludados como un acontecimiento histórico que transformaría la sociedad polaca.