País Vasco-Madrid, difíciles relaciones

La entrevista entre Felipe González y Carlos Garaikoetxea no resolvió aspectos concretos

"Debo decir sin empacho que hoy no hemos podido resolver problemas concretos, agilizar transferencias o enderezar los proyectos de ley que nos preocupan, pero se han abierto cauces de comunicación inmediatos e intensos", dijo a los periodistas en la madrugada de ayer el lendakari del Gobierno Vasco, Carlos Garaikoetxea, tras su reunión de más de ocho horas con el presidente del Gobierno, Felipe González, en el palacio de la Moncloa.

En la entrevista se acordó que la próxima semana se reúnan las comisiones mixta de transferencias y económica; se pusieron de relieve las "serias dificultad...

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"Debo decir sin empacho que hoy no hemos podido resolver problemas concretos, agilizar transferencias o enderezar los proyectos de ley que nos preocupan, pero se han abierto cauces de comunicación inmediatos e intensos", dijo a los periodistas en la madrugada de ayer el lendakari del Gobierno Vasco, Carlos Garaikoetxea, tras su reunión de más de ocho horas con el presidente del Gobierno, Felipe González, en el palacio de la Moncloa.

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En la entrevista se acordó que la próxima semana se reúnan las comisiones mixta de transferencias y económica; se pusieron de relieve las "serias dificultades de arreglo", en palabras de Felipe González, del tema de la Seguridad Social; se expresaron, por parte del Gobierno central, las sospechas de que Euskadi no está siendo solidaria con el resto del Estado y se manifestaron "percepciones diferentes" sobre si leyes como la de Reforma Universitaria (LRU) y del Derecho a la Educación (LODE), afectan al contenido del estatuto. Ambas partes manifestaron que no se -erató en momento alguno de la sentencia que deberá pronunciar el Tribunal Constitucional sobre la LOAPA y que en algunos medios se ha dicho que podría ser favorable a las tesis nacionalistas.Si la delegación vasca, compuesta, además, por el vicepresidente Mario Fernández y el consejero de Economía, Pedro Luis Uriarte, llegó al palacio de la Moncloa en un ambiente de pesimismo, la salida no fue más esperanzada. Un periodista preguntó al lendakari si salía peor que había entrado. "Hombre", dijo Garaikoetxea, peor es difícil".

Pese a que el lendakari utilizó su habitual moderación verbal, ayer más que nunca exenta de todo entusiasmo, al enjuiciar la entrevista, fuentes próximas a la delegación vasca mostraron su pesimismo por el resultado del encuentro y resaltaron que la permanente alusión a la existencia de 17 comunidades autónomas en el Estado, utilizada como freno al desarrollo del Estatuto de Guernica por parte del Gobierno Central, significa "no entender ni querer entrar a discutir la esencia del problema".

El presidente del Gobierno, Felipe González, que estuvo acompañado por el vicepresidente, Alfonso Guerra; el ministro de Administración Territorial, Tomás de la Quadra, y el subdirector del gabinete presidencial, Francisco Fernández Marugán, manifestó al término de la entrevista que se había realizado "un esfuerzo de aproximación a los problemas pendientes", que enunció en cuatro grupos: La Constitución como bloque normativo de referencia para el cumplimiento estatutario; la preocupación del Gobierno vasco por la incidencia de la producción legislativa del Gobierno central en el contenido del Estatuto; la preocupación de que la homogeneización de un proceso por extensión pueda llevar a la reducción de los techos competenciales y, en cuarto lugar, el bloque económico-financiero, donde se incluyen los cupos y evaluaciones y donde, a juicio del jefe del Ejecutivo, se producen los choques de concepción del sistema de conciertos con la Ley Orgánica de Financiación de las Comunidades Autónomas (LOFCA).

Felipe González continué diciendo que la mayor parte de la reunión la consumió el repaso del estado de las transferencias, que, a su vez, desglosó en tres bloques, según el nivel de acercamiento de los gobiernos central y vasco: Transferencias que permiten un grado de aproximación suficiente para que la respuesta sea relativamente inmediata y fácil; aquellas que presentan dificultades de entendimiento, pero en cuanto a la interpretación, y otras en las que hay una distancia considerable de toma de posición, por tratarse de materias en las que la Constitución da una competencia exclusiva al Estado u otras que son de competencia estatutaria no discutida.

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Después de esta exposición de Felipe González, el lendakari Garaikoetxea resaltó "el carácter clarificador de la reunión y la voluntad de entendimiento por ambas partes", junto al deseo vasco de ahuyentar "tensiones o crispaciones", y anunció que la semana próxima se reunirá, según acordaron ambas partes la comisión mixta de transferencias "para los temas de menos dificultad" y la comisión económica para tratar aspectos de su competencia. "Hemos convenido", dijo, "hacer, a mediados de septiembre, una evaluación de los resultados de este intento".

En el aspecto económico, Garaikoetxea dijo transmitir "la convicción de que existe una solidaridad de contribución desde Euskadi al resto del Estado", para lo que habrá "intensas jornadas de trabajo entre los máximos responsables de los gobiernos de Madrid y Vitoria, para estudiar los flujos económicos entre Euskadi y el resto del Estado, porque, probablemente, puede haber malentendidos y queremos concretar cifras".

En este punto, un informador preguntó al presidente González si, a su juicio, existe actualmente solidaridad entre el País Vasco y el resto del Estado. "En este punto tenemos percepciones que pueden parecer contradictorias", dijo Felipe González. "Por eso hemos decidido hacer un esfuerzo clarificador, para no pronunciarnos sin datos. Queremos ver cómo puede evaluarse el flujo económico".

El jefe del Ejecutivo dijo también que, en su opinión, leyes como la de Reforma Universitaria o la LODE no afectan al Estatuto de Guernica, pero "ellos -por los representantes vascos- han expresado su preocupación al respecto y siempre estoy dispuesto a admitir que no llevo razón, si se presupone lo mismo en los demás. En este tenia hay percepciones diferentes que me atrevería a calificar de no graves".

Más graves consideró Felipe González las discrepancias en lo relativo a la Seguridad Social, donde dijo que "hay una distancia considerable y serias dificultades de arreglo". Esta afirmación fue reiterada por el presidente vasco, quien, con respecto a las leyes de Reforma Universitaria y de Educación, dije, que durante la reunión se había "percibido la conveniencia de hacer un intento para que no tengan que dirimirse las discrepancias ante un tribunal".

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