El Gobierno autoriza al Banco de España a endurecer la política monetaria en el segundo semestre del año

La decisión del Gobierno de autorizar al Banco de España para que lleve a cabo una política monetaria más estricta en el segundo semestre del año no tiene nada que ver con la lucha contra la inflación, en opinión del ministro de Economía y Hacienda, a pesar de las aseveraciones en contra de los representantes económicos del Grupo Popular. La inflación está en la actualidad por debajo del 12%, objetivo del Gobierno para 1983, y tanto las disponibilidades líquidas, como el resto de activos líquidos en manos del público han venido creciendo por encima de lo previsto. "No ha habido, a los largo de...

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La decisión del Gobierno de autorizar al Banco de España para que lleve a cabo una política monetaria más estricta en el segundo semestre del año no tiene nada que ver con la lucha contra la inflación, en opinión del ministro de Economía y Hacienda, a pesar de las aseveraciones en contra de los representantes económicos del Grupo Popular. La inflación está en la actualidad por debajo del 12%, objetivo del Gobierno para 1983, y tanto las disponibilidades líquidas, como el resto de activos líquidos en manos del público han venido creciendo por encima de lo previsto. "No ha habido, a los largo de los seis primeros meses del año, restricciones crediticias para la inversión privada" dijo Miguel Boyer.

El Gobierno fijó a primeros de año el crecimiento de las disponibilidades líquidas -efectivo en manos del público y depósitos en bancos y cajas de ahorro- en un 13%, con una banda de fluctuación de 2 puntos arriba o abajo. Para el conjunto del primer semestre esta variable ha crecido en un 14%, es decir en la parte alta de la banda. Algo similar, pero con mayor intensidad, ha. pasado con el conjunto de activos líquidos en manos del público, término que engloba a las disponibilidades líquidas más otros activos corno pagarles, cédulas hipotecarias, bonos de caja y obligaciones. Esta variable debía crecer dos puntos por encima de las disponibilidades líquidas, es decir en torno al 15%. Sin embargo, en los últimos meses las instituciones financieras han puesto en marcha emisiones importantes de estos títulos y venían aumentando a ritmos del 19%. A pesar de este crecimiento por encima de las previsiones oficiales la inflación en los cinco primeros meses del año, elevada a tasa anual, se ha situado en el 11,7% cuando el objetivo inicial del Gobierno era acabar el año en el 12%. En términos reales, el crecimiento de la cantidad de dinero en el primer semestre está bastante por encima de lo que se había diseñado como política ajustada para impedir mayores tensiones inflacionistas. Ha habido dinero tanto para financiar al sector público como para cubrir las necesidades del sector privado. El mantenimiento de tipos altos de interés, en estas condiciones, se ha justificado por motivos de equilibrio de la balanza de pagos.

Apretar el freno

Ante esta situación, cuyo control estaba escapando de las manos del Banco de España, se ha decidido proceder a frenar el crecimiento del dinero en circulación por dos vías. En materia de disponibilidades líquidas el banco emisor puede establecer todos los controles que considere necesarios para ajustar su crecimiento a una senda prefijada. En los últimos meses, dicho crecimiento ha ido reduciéndose y en. el último mes se ha colocado por debajo del 12%. El Gobierno ha aceptado la recomendación del Banco de España y en el próximo trimestre las disponibilidades líquidas crecerán a un modesto 9%, para que en el conjunto del año se situen en la zona central de las previsiones.A lo largo de los últimos días las reuniones entre los presidentes de los siete grandes bancos, los consejeros delegados de estas instituciones y los funcionarios del Banco de España se han sucedido casi sin interrupción para articular esta decisión y, especialmente, para explicarles cómo comportarse en el terreno de frenar los otros activos líquidos en manos del público, sobre los que no se puede actuar de forma directa. En este terreno es imprescindible contar con la colaboración de aquellos que ponen en el mercado este tipo de emisiones o decidir casi por decreto la negativa a su crecimiento. De esta forma los presidentes de los siete grandes salieron del edificio del Banco de España con la recomendación expresa de que no emitan, al menos durante los tres próximos meses, ni cédulas hipotecarias ni bonos de bancos industriales. Al tiempo se decidió que el volumen de letras en circulación endosadas por los bancos se mantenga en los niveles actuales y que no crezcan tampoco.

Control de emisiones

Hay algún banco industrial que tenía pensado poner en circulación una emisión importante de bonos de caja al que la medida del Banco de España puede provocarle algunos problemas. La emisión de bonos de los bancos comerciales, que pueden convertirse en acciones pasado un período de tres o cuatro años, no se ha visto frenada ya que se considera que este tipo de emisiones tienen una estabilidad muy grande y que la mayor parte de los mismos se transforman definitivamente en capital de las entidades financieras.El rápido crecimiento del mercado de pagarés de empresa también puede verse frenado al recordar el Banco de España que estos títulos tienen un soporte de liquidez a través de un crédito que los bancos agentes conceden a las empresas. En las reuniones mantenidas a lo largo de la semana pasada se reconoció que algún banco nacional en lugar de proceder a instrumentar ese crédito estaba avalando los pagarés de algunas sociedades que ponía en circulación. A partir de ahora se volverá al método tradicional para no distorsionar más este mercado de dinero a corto plazo que tiene que experimentar un crecimiento espectacular en 1981, debido sobre todo al elevado volumen de financiación del déficit público que se quiere conseguir por esta vía.

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