Cartas al director

Votos ausentes

Movido por una sana curiosidad, asistí en fecha próxima pasada, después de cumplir los requisitos pertinentes, a una sesión del Congreso. Todo sucedía como yo me imaginaba, en virtud de todas esas imágenes que de cuando en cuando acostumbramos a ver en Televisión Española, hasta que llegó la hora en que se votaba no se qué enmienda.En la sala no creo que hubiera más de 200 diputados; sin embargo, cuál fue mi asombro cuando en el marcador electrónico figuraban como asistentes 295, increíble para una persona, como tantas, que pensaba que, por lo menos en las Cortes, se hacían las cosas honestame...

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Movido por una sana curiosidad, asistí en fecha próxima pasada, después de cumplir los requisitos pertinentes, a una sesión del Congreso. Todo sucedía como yo me imaginaba, en virtud de todas esas imágenes que de cuando en cuando acostumbramos a ver en Televisión Española, hasta que llegó la hora en que se votaba no se qué enmienda.En la sala no creo que hubiera más de 200 diputados; sin embargo, cuál fue mi asombro cuando en el marcador electrónico figuraban como asistentes 295, increíble para una persona, como tantas, que pensaba que, por lo menos en las Cortes, se hacían las cosas honestamente.

Quise comprobar el porqué de estas diferencias y observé que sólo un diputado pulsaba cuatro o cinco teclas de los escaños colindantes que estaban totalmente vacíos.

En las últimas elecciones tuve que acreditar mi identidad mediante el DNI para votar, no pudiéndolo hacer por "mi primo que está en el pueblo"; al fin y al cabo, si cabe justificación, y creo que no cabe, yo sólo quería votar por "mi primo el del pueblo", pero es que los señores diputados representan a muchos primos del pueblo./

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Madrid.

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