El Grupo Popular llevó el debate fiscal al terreno del impuesto sobre sociedades

Las dos enmiendas aceptadas por los socialistas a la parte fiscal de los presupuestos apenas tendrán repercusión económica, según fuentes del grupo. En cambio, no llegó a ser defendida, por considerar el Gobierno que supondría rebaja de ingresos en 60.000 millones de pesetas, la tarifa alternativa al impuesto sobre la renta elaborada por el diputado del CDS Agustín Rodríguez Sahagún. El debate fue llevado por los aliancistas al terreno del impuesto sobre sociedades, que aporta poco más de un décimo de toda la recaudación.Las dos propuestas admitidas se refieren a la actualización de balances p...

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Las dos enmiendas aceptadas por los socialistas a la parte fiscal de los presupuestos apenas tendrán repercusión económica, según fuentes del grupo. En cambio, no llegó a ser defendida, por considerar el Gobierno que supondría rebaja de ingresos en 60.000 millones de pesetas, la tarifa alternativa al impuesto sobre la renta elaborada por el diputado del CDS Agustín Rodríguez Sahagún. El debate fue llevado por los aliancistas al terreno del impuesto sobre sociedades, que aporta poco más de un décimo de toda la recaudación.Las dos propuestas admitidas se refieren a la actualización de balances para compensar la inflación a la hora de calcular el impuesto sobre sociedades o beneficios. Por la de Rodríguez Sahagún, las tierras de labor podrán utilizar el valor catastral si los coeficientes correctores de 1983 arrojan una cifra inferior. Por la segunda, que propusieron los socialistas para subsumir enmiendas de los grupos popular y centrista, la inspección sólo podrá comprobar durante tres años la actualización de balances empresariales.

Frente a la extensión del debate sobre este impuesto, objeto del artículo más intrincado de los presupuestos, el de la renta mereció únicamente dos intervenciones. De un lado, el comunista Fernando Pérez Royo, defendió suprimir el tope, del 45% en la cuota íntegra sobre la base imponible, acoplar la estimación objetiva singular a los niveles efectivos de beneficio en cada sector y crear un recargo excepcional del 20% para las cuotas superiores a 400.000 pesetas.

El Grupo Popular propuso sin éxito que los empresarios individuales gocen de los mismos beneficios que las sociedades. Su portavoz, Abel Matutes, aprovechó el turno para descalificar la política económica en general, a su juicio socialdemócrata como en años anteriores y destinada a redistribuir la renta, no aumentar la riqueza. Matutes añadió que dos palabras definen el programa socialista, "800.000 empleos", como otras dos su actuación, "pagar más".

El presidente de la Cámara, tras advertirle que se ciñera al asunto, le llamó al orden y pidió al secretario, Ciríaco de Vicente, quien en ese momento comprobaba su reclaración de la renta, que leyera al diputado popular el artículo debatido. Al replicarle que esa actitud revelaba inexperiencia en temas económicos, Peces Barba contestó que, por lo poco que sabe de economía, empezaba a comprender que todo está relacionado.

Este debate fiscal nocturno se prolongó desde las 22.30 a las 1. 15 de la madrugada del jueves, y en él quedaron aprobados los seis últimos artículos (32 a 37), con sólo cinco votos en contra y dos abstenciones. El Grupo Popular apoyaba así, entre otras medidas, la modificación del impuesto especial del petróleo y sus derivados, que supondrá la reducción de unas recaudaciones y el aumento de otras, y también el incremento de tasas y tributos parafiscales, en los que Hacienda prevé este año subir la recaudación global un 50% (cerca de 80.000 millones de pesetas).

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