Concluye la 'cumbre' de Williamsburg

La Unión Soviética contempla "agudas contradicciones" en el seno de Occidente

La cumbre de los siete grandes de Williamsburg es para los soviéticos una prueba de las "agudas contradicciones" que afectan a ese grupo de naciones, según se apresuró a valorar ayer por la mañana la agencia oficial Tass.La reunión ha servido, según la citada agencia, para que Estados Unidos lograra imponer un comunicado final en el que se reafirmaba la decisión de Washington y de la OTAN de instalar los nuevos euromisiles. Por el contrario, según la opinión oficial soviética, la cumbre de Williamsburg no ha valido para entablar una 'seria discusión" sobre los "prob...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

La cumbre de los siete grandes de Williamsburg es para los soviéticos una prueba de las "agudas contradicciones" que afectan a ese grupo de naciones, según se apresuró a valorar ayer por la mañana la agencia oficial Tass.La reunión ha servido, según la citada agencia, para que Estados Unidos lograra imponer un comunicado final en el que se reafirmaba la decisión de Washington y de la OTAN de instalar los nuevos euromisiles. Por el contrario, según la opinión oficial soviética, la cumbre de Williamsburg no ha valido para entablar una 'seria discusión" sobre los "problemas del capitalismo": recesión, paro, crisis del sistema monetario...

Durante la última semana -y como ha venido siendo norma durante las anteriores reuniones anuales de los siete grandes-, la Prensa soviética insistió en las diferencias existentes entre Estados Unidos y los países capitalistas europeos. En esta ocasión se ha puesto el acento en los reparos de Francia e Italia sobre el funcionamiento del sistema monetario. Ya recientemente -con ocasión de la cumbre germano-francesa-, el diario Pravda había firatado de subrayar nuevamente las diferencias y distintos intereses de las economías europeas y norteamericana.

Más información

A juicio de los observadores occidentales en Moscú, lo que más preocupa al Kremlin es que Europa logre mantener la suficiente autonomía respecto a Estados Unidos como para frenar futuros e hipotéticos embargos que Washington pueda pretender dictar.

En este sentido, los dirigentes soviéticos han insistido siempre en los beneficios que el comercio Este-Oeste trae a ambos lados de. Europa, llegando a sugerir además que, a través de los embargos, Estados Unidos no pretende tan sólo dañar a la economía de los países socialistas, sino poner "fuera de competición" también a los Estados capitalistas europeos.

"Política agresiva"

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

En lo que respecta al tema del desarme, Prensa y medios oficiales soviéticos han coincidido -como de costumbre- en acusar a Washington de tratar de buscar en los siete "el máximo apoyo a su política agresiva".

Ayer, la agencia oficial Tass llegaba a ridiculizar el hecho de que los japoneses -que no forman parte de la OTAN- hubieran firmado el comunicado final de Williamsburg en el que se apoya la doble decisión de la Alianza Atlántica sobre los euromisiles.

La imposición norteamericana sobre los siete de sus concepciones defensivas era vista el pasado domingo por Pravda como una muestra del deseo de Washington de que Europa occidental abandone sus estables relaciones económicas y políticas con los Estados del bloque soviético.

Junto a Estados Unidos, el citado periódico culpaba a Francia y el Reino Unido de conspirar contra la República Federal de Alemania para imponer la instalación de los euromisiles. Esto, según Pravda. llevaría a que Bonn rompa los beneficiosos lazos que mantiene con sus vecinos del Este, poniendo además en peligro definitivo las esperanzas de reunificación entre las dos Alemanias.

Archivado En