El Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades, concedido a EL PAIS

Siete años de periódico

El 4 de mayo de 1976, salía de las rotativas el primer ejemplar de EL PAIS. Era el resultado de un esfuerzo colectivo, apoyado por un grupo de españoles que deseaban ofrecer a la opinión un medio informativo moderno e independiente. Y que había requerido casi un lustro de gestación.A principios de esta década, un reducido grupo de intelectuales, editores y periodistas, aglutinado en tomo a José Ortega Spottorno, estudia la posibilidiad de un diario nuevo, con dos objetivos: la independencia y la modernidad. Esto es, evitar toda vinculación de grupo y sector, y, al mismo tiempo, lanzar un nuevo...

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El 4 de mayo de 1976, salía de las rotativas el primer ejemplar de EL PAIS. Era el resultado de un esfuerzo colectivo, apoyado por un grupo de españoles que deseaban ofrecer a la opinión un medio informativo moderno e independiente. Y que había requerido casi un lustro de gestación.A principios de esta década, un reducido grupo de intelectuales, editores y periodistas, aglutinado en tomo a José Ortega Spottorno, estudia la posibilidiad de un diario nuevo, con dos objetivos: la independencia y la modernidad. Esto es, evitar toda vinculación de grupo y sector, y, al mismo tiempo, lanzar un nuevo modelo de información, más ágil y más profunda que la que había primado en España en las últimas décadas.

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En enero de 19 72 se constituye una sociedad anónima, Promotora de Informaciones (PRISA), con un capital inicial de 500.000 pesetas. Pocos meses después, se cubre la primera ampliación a 15 millones. El número de accionistas asciende a medio centenar. En aquella misma fecha se solicita la inscripción en el Registro de Empresas Periodísticas.

Los prolongados silencios de la Administración no desanimaron a los fundadores, quienes lograron multiplicar por 10 el capital de la sociedad y por 8 el de accionistas, aun sin la autorización para el periódico, ni la esperanza inmediata de obtenerla. Es más, incluso en estas circunstancias, se decide la compra de un solar y de la maquinaria de impresión.

En marzo de 1975 el expediente de EL PAIS sale de su inmovilidad en el entonces Ministerio de Información y Turismo. Un mes después, Jesús Polanco es elegido consejero delegado de PRISA. Bajo su iniciativa e impulso, se opta por doblar las dimensiones del periódico non nato: la rotativa adquirida se cambia por otra de capacidad superior y el capital se aumenta nuevamente. En diciembre de ese año se nombra director a Juan Luis Cebrián.

El 4 de mayo de 1976, aparece el número uno de EL PAIS. En la primer página, un editorial, en tono rupturista, critica duramente la labor del entonces presidente del Gobierno, Carlos Arias.

Desde el primer día, el proceso de desarrollo y expansión del periódico no se ha interrumpido. De los 128.812 ejemplares de difusión media conseguidos en el primer año, cifra que superaba las previsiones más optimistas, EL PAIS ha pasado a vender actualmente 347.950 ejemplares diarios, y 563.459 los domingos (estos datos están pendientes del control de la Oficina de Justificación de la Difusión). Supera así, a gran distancia, al resto de los periódicos españoles.

Entre los éxitos periodísticos de estos siete años figuran la publicación del borrador de la Constitución, la auditoría sobre las cuentas de RTVE, cuyos resultados había silenciado el Gobierno durante meses, o el lanzamiento de una edición en Cataluña. Entre las jornadas más tristes, la del 30 de octubre de 1978, cuando estalla una carta-bomba enviada al periódico. A consecuencia de la explosión moriría el trabajador Andrés Fraguas, de 19 años, y queda gravísimamente herido otro compañero, Juan Antonio Sampedro, con lesiones que tardaron más de dos años en curar.

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