Una próxima 'cumbre' árabe estudiará en Fez los planes para la paz en Oriente Próximo

Una cumbre árabe extraordinaria tendrá lugar en la ciudad de Fez en los próximos días, a propuesta de Marruecos. Tres importantes emisarios del rey Hassan II recorren desde el pasado martes las capitales árabes repartiendo invitaciones y a la búsqueda de un consenso sobre la fecha exacta de la reunión, que tendrá lugar, según se cree, en los próximos 10 o 15 días.

La cumbre en cuestión tiene por delante varios objetivos. El primero de ellos es analizar los resultados de la misión del comité de los siete, que fuera creado por la duodécima cumbre árabe de Fez de s...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Una cumbre árabe extraordinaria tendrá lugar en la ciudad de Fez en los próximos días, a propuesta de Marruecos. Tres importantes emisarios del rey Hassan II recorren desde el pasado martes las capitales árabes repartiendo invitaciones y a la búsqueda de un consenso sobre la fecha exacta de la reunión, que tendrá lugar, según se cree, en los próximos 10 o 15 días.

La cumbre en cuestión tiene por delante varios objetivos. El primero de ellos es analizar los resultados de la misión del comité de los siete, que fuera creado por la duodécima cumbre árabe de Fez de septiembre pasado. El comité, que tenía como cometido explicar, a los países occidentales que los árabes consideran importantes y a la URSS y China, el plan de paz árabe para Oriente Próximo, ya ha cumplido su trabajo.Esas gestiones, que encabezó el rey Hassan II, aunque el rey Hussein de Jordania tuvo en ellas un gran protagonismo, parecen resumirse así: la URSS y China apoyan el plan árabe de paz, Francia no lo ve mal, pero lo considera insuficiente, y Estados Unidos y el Reino Unido prefieren el plan Reagan, que descarta cualquier papel protagonista de la Organización para la Liberación de palestina (OLP) y que desde luego no tiende a la creación de un Estado palestino como parece ser condición irrenunciable de la OLP.

La tanda de conversaciones celebrada en Amman hace unos días entre el rey Hussein de Jordania y el líder palestino, Yasir Arafat, que tenía por finalidad intentar que la OLP accediese a otorgar temporalmente al rey Hussein la representatividad formal palestina, ha fracasado. Ello se debe en gran medida a las resoluciones del Consejo Nacional Palestino celebrado en Argel a principios de febrero, que si bien apoyó el plan árabe de Fez, lo consideró como plataforma mínima y desestimó cualquier suplantación de la representación de la OLP.

España, sin ser uno de los países consultados por el comité de los siete, parece inclinarse por una fórmula a mitad de camino entre el plan Reagan y el plan árabe. Felipe González, en todo caso, durante la conferencia de prensa ofrecida en Rabat el pasado 29 de marzo, al término de su visita oficial a Marruecos, dijo que entre ambos planes, Reagan y Fez, no le parecía que hubiera tantas diferencias y que tal vez la solución estaba en su refundición.

La posición española

La cumbre extraordinaria de Fez que se proyecta tendrá una ardua tarea por delante, entre otras cosas porque la OLP, como declarara recientemente su ministro de Asuntos Exteriores, Faruk Kadumi, desearía ver asociada a la URSS en todo proceso de negociación del conflicto de Oriente Próximo. Esta postura coincide plenamente con la de los soviéticos, que entienden que no pueden ser marginados de lo que se decida en una región en donde de todas maneras no han perdido totalmente su influencia.El protagonismo del rey Hussein, que Estados Unidos quisiera que el monarca hachemita asumiera, pero que éste, falto del apoyo palestino, se muestra renuente a admitir, será uno de los principales obstáculos para el progreso de la cumbre prevista. La OLP, que considera estos intentos como la resurrección de la vieja fórmula del laborismo israelí que tendía a que los palestinos se hiciesen primero representar por Hussein para luego terminar constituyendo un gran Estado jordano-palestino bajo el monarca, no otorgará este consentimiento sin grandes presiones y sin un riesgo real de división del mundo árabe.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

La cumbre extraordinaria, además, no se presenta con los mejores auspicios internacionales. Los envenenamientos en Cisjordania, los atentados contra la mezquita Al Aqsa, de Jerusalén, la prosecución por el Gobierno israelí de la política de asentamiento de población en Cisjordania y la negativa de Israel a retirar sus tropas de Líbano son otros tantos factores que influirán negativamente sobre el ánimo de los países árabes que, ya en septiembre de 1982, se mostraron reticentes a respaldar el plan de paz de Fez.

Archivado En