Los trabajadores de General Motors rechazan la convocatoria de huelga

Los trabajadores de la factoría de General Motors en Figueruelas (Zaragoza) rechazaron mayoritariamente, en referéndum, la convocatoria de huelga propuesta por UGT y USO, al mismo tiempo que aprobaron el preacuerdo para la firma del convenio.De los 6.400 empleados fijos con derecho a voto, participaron 5.600, el 81%, votando a favor del convenio y en contra de la huelga el 65% y el 35% a favor de ir a una huelga.

Tras ser rechazado, en anterior referéndum, el preacuerdo al que habían llegado la dirección de General Motors y las centrales UGT y USO, del que se descolgó CC OO, las negocia...

Los trabajadores de la factoría de General Motors en Figueruelas (Zaragoza) rechazaron mayoritariamente, en referéndum, la convocatoria de huelga propuesta por UGT y USO, al mismo tiempo que aprobaron el preacuerdo para la firma del convenio.De los 6.400 empleados fijos con derecho a voto, participaron 5.600, el 81%, votando a favor del convenio y en contra de la huelga el 65% y el 35% a favor de ir a una huelga.

Tras ser rechazado, en anterior referéndum, el preacuerdo al que habían llegado la dirección de General Motors y las centrales UGT y USO, del que se descolgó CC OO, las negociaciones habían quedado paralizadas.

En una reciente asamblea, se propusieron una serie de paros como medida de presión. Al haber dos propuestas distintas -la de CC OO con huelga los días 6 y 7 de abril y un plan escalonado de movilizaciones, y la de UGT-USO con una huelga p ara casi todo el mes-, fue el comité de emprtsa quien decidió la alternativa del referéndum. La mayoría mecánica. (12 delegados de UGT y 5 de USO, frente a los 10 de CC OO) dio el triunfo a la propuesta de paros a lo largo de todo el mes de abril, sometiéndose también a votación el ratificar el preacuerdo del convenio.

Los resultados del referéndum han sido valorados de forma desigual por las centrales. Para UGT ha sido positivo y demuestra que los trabajadores no están por las movilizaciones. CC OO criticaba el planteamiento de UGT y USO acusándolo de desmovilizador, al mismo tiempo que indicaba que, al proponerse una huelga indefinida, parecía lógico que, aunque los trabajadores no estuvieran de acuerdo con el convenio, rechazarían ese tipo de movilizaciones.