Felipe González afirma que se ha instaurado un régimen de confianza entre España y Marruecos
El objetivo de mi viaje a Marruecos, que era eminentemente político, se ha cumplido cabalmente, dijo ayer Felipe González, en una improvisada conferencia de prensa a bordo del Boeing 747 de la Fuerza Aérea Marroquí, de regreso de Fez a Rabat. "Queríamos instaurar un régimen de confianza con Marruecos y creo que lo hemos logrado", explicó el presidente del Gobierno. González reiteró que la intención de su Gobierno sigue siendo, en lo que al Magreb concierne, dejar atrás esa política de equilibrio para sustituirla por otra de cooperación.Después de este viaje, y de acuerdo con lo explicado por F...
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El objetivo de mi viaje a Marruecos, que era eminentemente político, se ha cumplido cabalmente, dijo ayer Felipe González, en una improvisada conferencia de prensa a bordo del Boeing 747 de la Fuerza Aérea Marroquí, de regreso de Fez a Rabat. "Queríamos instaurar un régimen de confianza con Marruecos y creo que lo hemos logrado", explicó el presidente del Gobierno. González reiteró que la intención de su Gobierno sigue siendo, en lo que al Magreb concierne, dejar atrás esa política de equilibrio para sustituirla por otra de cooperación.Después de este viaje, y de acuerdo con lo explicado por Felipe González, España y Marruecos van a efectuar una especie de inventario de sus reivindicaciones mutuas, de los expedientes que cada parte espera resolver con la otra para tratar de darles una solución puntual y dentro del tratamiento global de las relaciones hispano marroquíes que se negocian. El presidente del Gobierno precisó que en las conversaciones que ha sostenido en Marruecos, tanto con el primer ministro, el lunes, como con el rey Hassan II, el martes a mediodia, no ha salido a relucir el problema de Ceuta y Melilla, como preveían todas las especulaciones, e indicó que estaba agradecido por ello a los marroquíes.
Felipe Gonzalez mantuvo ayer en Fez, durante hora y media, una entrevista a solas con el rey Hassan II que se prolongó exactamente el doble de tiempo de los 45 minutos inicialmente previstos. En ella, y después de pasar revista a un cúmulo de temas bilaterales, regionales e internacionales, el presidente del Gobierno español reiteró al monarca marroquí la invitación a visitar España que le fuera formulada por el rey Juan Carlos. Felipe González le dijo que en Madrid se le esperaba desde hace tres o cuatro meses.
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Contexto de concertación
Abierta una nueva etapa en las relaciones entre España y Marruecos
En este contexto de concertación, que suscita de rechazo inquietudes en dos países estrechamente ligados al Magreb, como son Libia (que se cree aparentemente amenazada por la reconciliación argelino-marroquí) y Mauritania (el siempre débil y actualmente pro Polisario de la cadena), las relaciones hispano-marroquíes e hispano-argelinas pueden conocer un considerable y pacífico desarrollo.Naturalmente que Tunicia (donde preocupa el estado de salud del presidente y guía supremo, Habib Burguiba, y su avanzada edad) está llena de inquietud por la evolución de una nueva etapa después de su desaparición y llena de incertidumbre, con el fundamentalismo islámico detrás de la esquina y la permanente amenaza libia en las fronteras.
La concentración mediterránea propuesta por el presidente francés, François Mitterrand, pero en realidad, idea original del ministro español de Asuntos Exteriores, Fernando Morán, parece, en este contexto, ser bien aceptada por Marruecos, que, según ha indicado el presidente del Gobierno, comprende nuestras intenciones, de evitar que este diálogo se complique con las respectivas reivindicaciones de los países mediterráneos del norte de África ante la Comunidad Económica Europea y, las aspiraciones de los países europeos mediterráneos del Sur que aún no forman parte de la Comunidad de integrarse en ella.