Acuerdo entre las distintas facciones palestinas para descartar el 'plan Reagan' y aceptar, como "mínimo', el proyecto de Fez

La Organización para la Liberación de Palestina (OLP), aprobó ayer un programa político moderado que confirma la línea conciliadora y otorga un apreciable margen de maniobra a su líder, Yasir Arafat, que no consiguió, sin embargo, imponer del todo su postura flexible sobre el plan de paz para Oriente Próximo del presidente norteamericano Ronald Reagan. En la resolución política final, aprobada por aclamación, el Consejo Nacional Palestino (CNP), "rehusó considerar válida para una solución justa y duradera" la iniciativa estadounidense que Arafat hubiese preferido solamente "no aceptar" mientra...

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La Organización para la Liberación de Palestina (OLP), aprobó ayer un programa político moderado que confirma la línea conciliadora y otorga un apreciable margen de maniobra a su líder, Yasir Arafat, que no consiguió, sin embargo, imponer del todo su postura flexible sobre el plan de paz para Oriente Próximo del presidente norteamericano Ronald Reagan. En la resolución política final, aprobada por aclamación, el Consejo Nacional Palestino (CNP), "rehusó considerar válida para una solución justa y duradera" la iniciativa estadounidense que Arafat hubiese preferido solamente "no aceptar" mientras los palestinos radicales pretendían "rechazarla categóricamente".

El plan aprobado en la última cumbre árabe de Fez ha sido considerado por el CNP "como una base mínima para la acción de los países árabes que debe ser completada con la acción militar tendente a poner término al desequilibrio de fuerzas palestinas y sionistas". Esta acción debe contribuir también a intentar establecer el futuro "Ejército de Liberación Nacional unificado", producto de la fusión de todas las ramas armadas de los grupos palestinos. Esta fusión fue anunciada ayer a bombo y platillo. Arafat, reelegido por unanimidad presidente del comité ejecutivo de la OLP, clausuró ayer en Argel, tras diez días de intesos debates, los trabajos del CNP (Parlamento en el exilio) con un largo discurso, frecuentemente interrumpido por los aplausos de la Asamblea.

Desmentir a Habib

Abu Ammar -nombre de guerra de Arafat- empezó su alocución recordando unas palabras de Philip Habib, emisario del presidente norteamericano Ronald Reagan para Oriente Próximo, en las que vaticinó este verano que una vez fuera de Beirut la revolución palestina quedaría diseminada y no tendría más fuerza". Desde la tribuna del CNP y durante más de una hora, Arafat intentó demostrarle que se había equivocado totalmente. "La OLP no ha sido aniquilada", gritó el orador tras asegurar que "sus diecisiete intentos frustrados de conquistar Beirut y los 10.600 muertos y 21.661 heridos" causados al Ejército israelí por las fuerzas palestinas "ponían de relieve la vulnerabilidad" de Israel. El máximo dirigente palestino dio por primera vez a entender, al "revelar un secreto", que Estado Unidos estaba directamente involucrado en la guerra de Líbano al haber prestado a través de su sexta flota en los primeros días de la invasión, un apoyo logístico a las fuerzas armadas israelíes para que efectuasen dos operaciones milita res en los puntos costeros de la desembocadura Awali y en Saadiyet

El plan Reagan había sido el tema más polémico de los debates de este Consejo Nacional. La palabra rehusar con la que se ha definido la posición de la OLP frente a la propuesta norteamericana, compromiso entre las expresiones inaceptable y rechazo categórico deja, sin embargo, "la puerta entreabierta para seguir conversando sobre soluciones pacíficas", declaró a la prensa el principal portavoz de la OLP, Ahmed Abdel Rahman. Arafat obtuvo, en cambio, que todos los grupos que integran la resistencia palestina -incluidos aquellos que la criticaron con rudeza recientemente en Trípoli- aprueben el plan de Fez, cuyo séptimo punto reconoce implícitamente el derecho a la existencia de Israel cuando haya sido fundado a su lado un Estado palestino independiente.

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El único fracaso, de proporciones muy limitadas, de Arafat, en Argel, consistió en no haber conseguido ser directamente elegido -como ya lo pidió en vano en Damasco en 1981- presidente del Comité Ejecutivo por los casi trescientos miembros de la asamblea, en vez de ser designado por sus homólogos del ejecutivo. El máximo órgano de la OLP queda también integrado por dos representantes de Al Fatah, uno por cada grupo que forma parte de la organización y seis independientes.

Confederación de Estados

Nabil Chaat, presidente de la comisión política del CNP, explicó desde la tribuna de la asamblea que la resistencia palestina daba su acuerdo al principio de creación con Jordania "de una confederación formada por dos Estados independientes".

A propósito de las relaciones con Siria, la resolución del CNP recuerda, sin más detalles, su carácter "estratégico", pero curiosamente, preconiza también la reactivación del llamado frente de la firmeza, integrado por Damasco, Argel, Trípoli y Aden.

En lo referente a Egipto, Nabil Chaat señaló que las relaciones de la OLP "deben desarrollarse con las fuerzas nacionalistas y democráticas, pero con el Gobierno de esa nación se fijarán "en función de su abandono del tratado de paz de Camp David".

El CNP se declara dispuesto "a resistir a todas las presiones que intenten perjudicar la independencia palestina". Por último, el "Parlamento palestino ha dado luz verde al Comité Ejecutivo para estudiar la continuación de las relaciones con las fuerzas judías "teniendo en cuenta los intereses de la causa palestina" y se ha declarado a favor de la decisión adoptada por la Asamblea General de la ONU de organizar en 1983 una conferencia internacional para apoyar "los derechos fundamentales del pueblo palestino".

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