Cartas al director

Ofendidos

Los abajo firmantes, empleados todos ellos de la Seguridad Social, nos sentimos profundamente ofendidos por una carta publicada en el diario que usted dirige con fecha 19 de enero de 1983 y firmada por José L. Olivera Vicente.Este señor, entre otras razones, afirma que el personal de la Seguridad Social, salvo raras y honrosas excepciones, no cumple con su horario de trabajo; pues bien, él es el menos indicado para hacerlo, pues cobra dos sueldos de la Seguridad Social, uno como fisioterapeuta de la Clínica del Trabajo, en turno de mañana, y otro como administrativo en turno de tarde.

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Los abajo firmantes, empleados todos ellos de la Seguridad Social, nos sentimos profundamente ofendidos por una carta publicada en el diario que usted dirige con fecha 19 de enero de 1983 y firmada por José L. Olivera Vicente.Este señor, entre otras razones, afirma que el personal de la Seguridad Social, salvo raras y honrosas excepciones, no cumple con su horario de trabajo; pues bien, él es el menos indicado para hacerlo, pues cobra dos sueldos de la Seguridad Social, uno como fisioterapeuta de la Clínica del Trabajo, en turno de mañana, y otro como administrativo en turno de tarde.

En este último, que desempeña en la primera sectorial de ambulatorios, su jornada laboral es de seis horas (según él), de tres a nueve, y se persona en su puesto a las 16.00 o 16.30, ausentándose a las 17.00 o 17.30 como muy tarde.

Por otra parte, no suele venir ni viernes ni sábados, ni en los turnos de vacaciones de Navidad y Semana Santa (en ninguno de ellos). Siendo así, creemos es la persona menos idónea para culpar a sus compañeros de unas faltas, de las que quizá él sea uno de los máximos exponentes.

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Muy agradecidos por la publicación de la presente, ateniéndonos al derecho de réplica. / y varias firmas más.

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