Se multiplican las especulaciones en Marruecos sobre la extraña muerte del general Ahmmed Dlimi

Sobre tres coroneles y un civil han recaído las funciones que desempeñaba el general Ahmed Dlimi, muerto el pasado día 25 por la noche en un accidente de automóvil ocurrido en Marraquech, cuando regresaba de una audiencia con el rey Hassan II. Los rumores sobre la muerte de Dlimi se han disparado en Marruecos.

El coronel mayor Mohamed Cherkaui, hasta ahora comandante de la Guardia Real, p asaaocupar el puesto de director del gabinete de los ayudantes de campo del Rey. El coronel Abdelhaq Kadiri, que era director de la Seguridad Nacional e íntimo colaborador del general Dlimi, ha sido de...

Sobre tres coroneles y un civil han recaído las funciones que desempeñaba el general Ahmed Dlimi, muerto el pasado día 25 por la noche en un accidente de automóvil ocurrido en Marraquech, cuando regresaba de una audiencia con el rey Hassan II. Los rumores sobre la muerte de Dlimi se han disparado en Marruecos.

El coronel mayor Mohamed Cherkaui, hasta ahora comandante de la Guardia Real, p asaaocupar el puesto de director del gabinete de los ayudantes de campo del Rey. El coronel Abdelhaq Kadiri, que era director de la Seguridad Nacional e íntimo colaborador del general Dlimi, ha sido designado para la dirección de Estudios y Documentación (contraespionaje) marroquí.Al frente del Ejército del Sur (Sahara occidental)- 80.000 hombres y lo más moderno del armamento de Marruecos queda, aunque con carácter interino, el coronel mayor Abdelazis Bennani, quien fuera hasta ahora jefe del Estado Mayor del general Dlimi.

Un duro, el hasta ahora gobernador de Uxda, que estuvo en los últimos días en las primeras páginas de la actualidad por su manera de reprimir unas manifestaciones estudiantiles en aquella ciudad norteña -en las cuales, y según informaciones no confirmadas, hubo algún muerto-, ha sido nombrado para sustituir al coronel Kadir al frente de la Seguridad Nacional. La ausencia de detalles oficiales sobre las circunstancias del accidente del general Dlimi y la poca exaltación de su figura en los medios informativos continúan alimentando en Rabat los rumores más variopintos. Según unos, el automóvil del general colisionó con un camión remolque que había sido robado y cuyo chófer, además, se dio a la fuga después del accidente. Según otros, el vehículo causante del accidente era un camión militar.

Según estas versiones, el chófer del general Dlimi murió en el acto, así como el propio general, que salió despedido a una veintena de metros a consecuencia del impacto. Otros hablan de un acompañante del general, que sería quien salió despedido y salvó la vida. En cualquier caso, resulta sorprendente, en un país donde cualquier responsable regional se hace preceder en carretera por motoristas que detienen el tráfico y envían al bordillo a todos los automóviles que circulan en sentido contrario, que un hombre que acumulaba las funciones y responsabilidades del general Plimi no utilizase esas prerrogativas de su cargo.

En Marruecos, como en la mayoría de los países orientales, la información no existe, puesto que no circula. El único medio de comunicación es el telefono árabe, o el boca a boca, como tambíén se le llama, y que en definitiva es el que suscita los rumores más diversos.