Gregorio Peces-Barba, enfrentado al PSOE por su decisión de seguir dando clases

La decisión del presidente del Congreso de los Diputados y catedrático de Filosofía del Derecho, Gregorio Peces-Barba, de continuar dando clases en la Universidad Complutense de Madrid, según manifestó él mismo ayer a este periódico, ha causado sorpresa y estupor entre algunos miembros del Comité Ejecutivo del PSOE, ya que, en opinión de estos últimos, el partido se lo ha prohibido taxativamente. No obstante, la noticia aparece tanto más confusa por cuanto el propio Peces-Barba aseguró ayer a EL PAIS que contaba con la autorización del partido para continuar su actividad docente en la universi...

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La decisión del presidente del Congreso de los Diputados y catedrático de Filosofía del Derecho, Gregorio Peces-Barba, de continuar dando clases en la Universidad Complutense de Madrid, según manifestó él mismo ayer a este periódico, ha causado sorpresa y estupor entre algunos miembros del Comité Ejecutivo del PSOE, ya que, en opinión de estos últimos, el partido se lo ha prohibido taxativamente. No obstante, la noticia aparece tanto más confusa por cuanto el propio Peces-Barba aseguró ayer a EL PAIS que contaba con la autorización del partido para continuar su actividad docente en la universidad.

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El presidente del Congreso señaló que ya ha solicitado la excedencia especial en la Complutense madrileña, por lo cual no percibirá ninguna remumeración económica como catedrático, pero que seguirá dando clases porque, entre otras cosas, dijo que no estaba dispuesto a "hacerse el harakiri intelectual", que la "mutilación personal no es imprescindible" y que él no contravenía ninguna norma, ya que "el Comité Ejecutivo Federal del partido me ha dado autorización para ello". "No hago otra cosa, con esta decisión mía de seguir con la docencia", añadió, "que cumplir las directrices de mi partido y respetar la ley de incompatibilidades"."Además, el decano de la Universidad Complutense", siguió diciendo Peces-Barba, "me ha pedido que siga en mi puesto, ya que de momento no tienen posibilidades de sustituirme en la cátedra". También considera el presidente del Congreso de los Diputados que su horario en la universidad es perfectamente compatible con su cargo en la Cámara baja, ya que él, como catedrático de Filosofia del Derecho -oposiciones que superó con éxito el pasado mes de junio-, va a seguir dando clases, de 8.30 a 9.30 horas, todos los lunes, miércoles y viernes.

Finalmente, Peces-Barba manifestó que el acuerdo de la Comisión Ejecutiva socialista de permitir seguir con la docencia, sin cobrar, a los catedráticos no sólo le alcanzaba a él, "sino a otros cinco diputados que están en mi misma situación, entre ellos Juan Ramallo y Jerónimo Saavedra".

Sin embargo, personas cualificadas, pertenecientes a la ejecutiva del PSOE, consultadas ayer por EL PAIS, acogieron estas declaraciones de Gregorio Peces-Barba con sorpresa y estupor. "No comprendo nada", di¡o una de ellas, que prefirió guardar el anonimato, "ante el lío que esto va a crear en el partido", fueron sus palabras. "Me resultan increíbles esas manifestaciones, porque la ejecutiva del partido acordó justamente lo contrario, es decir, prohibir simultancar el cargo político con la docencia, aunque no se perciba re,muneración", añadió este portavoz socialista. La sorpresa en el partido fue tanto mayor por cuanto, según un destacado representante del mismo, "no hará ni dos días que Gregorio Peces-Barba le ha dicho al presidente que estaba dispuesto a dejar la Universidad".

Por su parte, el presidente del Grupo Parlamentario Socialista, Javier Saériz. de Cosculluela, comentó que é.ticamente le parecía irreporchable el que los catedráticos y profesores adjuntos de Universidad rertunciaran a cobrar el sueldo y continuaran impartiendo clases, "pero el partido, en la reunión de la ejecutiva federal de la pasada semana", aclaró, "decidió que tampoco esto debería permitirse a los parlamentarios socialistas, por lo que se les ha notificado a todos, verbalm ente y por escrito, que pidan la excedencia espacial, renuncien a la retribución económica y, para que no queden totalmente desvínculados de la actividad aniversítaría, se les permite únicamente una presencia simbólica en las universidades".

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La presencia simbólica a la que se refirió Saénz de Cosculluela se refiere a que pueden pronunciar conferencias o dirigir algún cursillo, "pero nunca continuar dando clases y simultanear este trabajo con la actividad parlamentaria". "Nuestro objetivo", concluyó, "es dar ejemplo y moralizar la sociedad, por eso nos aplicamos unas incompatibilidades mucho más rígidas de las que marca la propia ley de UCD, todavía en vigor".

Incompatilbilidades en el PSOE

El PSOE estableció ayer su criterio en materia de incompatibilidades, que viene a ser el anticipo de la ley que piensan remitir a las Cortes. Los ministros y los secretarios de Estado podrán compatibilizar esta función con el cargo de parlamentarios, pero deberán reingresaren la Caja de las Cortes su salario Ipor este último concepto. "Incluso están obligados a devolver", señaló el portavoz del Grupo, "las cantidades que han percibido con anterioridad a la entrada en vigor de la ley".

Los subsecretarios, directores generales, presidentes de Bancos y de altos organismos públicos, tales como la presidencia del Instituto de Cooperación Iberoamericana (cargo que ostenta el diputado Luis Yáñez) o la Escuela de la Función Pública (Joan Prats) deberán abandonar su escaño parlamentario. Esta disposición afecta a cinco diputados, entre ellos al líder del Partido de Acción Democrática (PAD), Francisco Fernández Ordoñez, nombrado presidente del Banco Exterior, y a un senador. Los concejales y consejeros de las comunidades autónomas podrán seguir siendo parlamentarios hasta las próximas elecciones municipales, pero renunciarán a su retribución en las corporaciones locales y regionales y, finalmente, los funcionarios deberán solicitar la excedencia especial y renunciar asimismo al sueldo.

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