Las multinacionales discuten en México su estrategia de cara al futuro

Cien altos ejecutivos de las multinacionales más importantes del mundo se reunieron desde el pasado domingo en la localidad turística mexicana de Puerto Vallarta para analizar los últimos acontecimientos económicos y trazar estrategias globales de cara al futuro. La convención, que finalizó ayer, se inscribe dentro de los congresos anuales de análisis que organiza Bussines International Corporation, Y participan en ella, entre otros, tres ministros económicos del Gabinete mexicano, el presidente de la Comisión Económica Europea, Gastón Thorn, el ex canciller alemán Helmut Schmidt y varios ex s...

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Cien altos ejecutivos de las multinacionales más importantes del mundo se reunieron desde el pasado domingo en la localidad turística mexicana de Puerto Vallarta para analizar los últimos acontecimientos económicos y trazar estrategias globales de cara al futuro. La convención, que finalizó ayer, se inscribe dentro de los congresos anuales de análisis que organiza Bussines International Corporation, Y participan en ella, entre otros, tres ministros económicos del Gabinete mexicano, el presidente de la Comisión Económica Europea, Gastón Thorn, el ex canciller alemán Helmut Schmidt y varios ex secretarios norteamericanos.

El primer día de sesiones se destinó a analizar la incidencia de la crisis mexicana en el mundo de los negocios. El secretario de Comercio y Fomento Industrial, Héctor Hernández, dedicó su turno a tranquilizar a los representantes de las multinacionales por el destino de sus inversiones en México.El programa económico de Miguel de la Madrid, que incluye algunas medidas liberalizadoras en materia de control de divisas, ha sido acogido en líneas generales con satisfacción por los dirigentes empresariales, aunque éstos han apuntado que las reglas del juego no están suficientemente claras.

La desconfianza de las multinacionales hacia el Gobierno mexicano no parece haber sido aún totalmente superada, después del serio golpe que supuso el decreto del control de cambios dictado por el ex presidente López Portillo, que de un solo plumazo alteró sustancialmente las condiciones en que operaban las compañías extranjeras, por otra parte sumamente liberales en lo que hacía referencia a la repatriación de utilidades.

Otra preocupación latente en el curso de los debates de Puerto Vallarta es el creciente intervencionismo económico del Estado mexicano, puesto de relieve especialmente con ocasión de la nacionalización de la banca y el capítulo económico de reformas a la Constitución, que reservan al Estado los sectores estratégicos de la producción, incluyendo, entre otros, la petroquímica básica y las acerías integrales.

En el caso de la banca, Miguel de la Madrid ha dado un relativo paso atrás al autorizar la venta a particulares del 34% de las acciones de los bancos, pero las multinacionales temen que una eventual agudización de la crisis en los próximos meses pudiera llevar al Gobierno a expropiar otros sectores que permanecen aún en manos de la iniciativa privada.

Garantías mexicanas

Los ministros económicos mexicanos han dado todo tipo de garantías de que esto no va a ocurrir por razones exclusivamente económicas, ya que el Gobierno carece de fondos para hacerse cargo de nuevas empresas.

Las explicaciones parecen haber satisfecho, al menos parcialmente, a los ejecutivos de las trasnacionales, lo que se trasluce en las declaraciones moderadamente optimistas , a la Prensa. Esta es la única guía sobre el tono de la reunión, que se celebra a puerta cerrada.

El vicepresidente ejecutivo del Chase Manhattan Bank, John Haley, que maneja el mayor paquete de la deuda exterior mexicana, calificó de "adecuadas" las medidas económicas instrumentadas por el Gobierno de Miguel de la Madrid, que a su juicio constituyen garantía suficiente de que México pagará el total de sus compromisos financieros, aunque en un plazo más largo que el inicialmente contratado.

John Haley señaló que los empresarios extranjeros tratan de entender los problemas de México y que no suspenderán su ayuda financiera, que en todo caso será limitada, siempre que tales recursos se destinen a obras de infraestructura productiva, generación de empleos y comercio exterior, únicos mecanismos para crear una riqueza interna que haga posible el pago de deuda.

Inversión extranjera

El presidente de la Comisión Europea, Gastor Thorn, opinó que México tiene recursos para superar la crisis, aunque apuntó que esto no se logrará antes de tres años, y que en última instancia dependerá de las medidas que adopte el Gobierno para estimular la inversión extranjera. Admitió que el control de cambios fue una decisión necesaria para el reordenamiento de la economía interna, aunque desalienta la llegada de capitales foráneos. En este sentido expresó su confianza en que tales restricciones sean reducidas al mínimo en breve plazo.

Thom manifestó que la Comunidad Económica Europea es solidaria con las naciones latinoamericanas y que, en consecuencia, estudiará mecanismos para una ayuda de emergencia. Los Gobiernos de América Latina se han quejado repetidamente de trato discriminatorio ante la CEE, ya que otros competidores del Tercer Mundo, de Africa y Asia, tienen tratados preferenciales que colocan al subcontinente latinoamericano en inferioridad de condiciones. La plena adhesión de España y Portugal a la CEE podría ser la ocasión para llegar con las naciones de América Latina a acuerdos similares a los de Lomé.

El presidente de Bussines International Corporation, Orvill Freeman, explicó, por su parte, que para la atracción de nuevos capitales extranjeros a México es necesario liberalizar la ley actual, ablandando preceptos como la mexicanización de las empresas, que obligan a que el 51 % del capital esté en manos nacionales.

El dirigente empresarial apuntó que es al Gobierno mexicano a quien corresponde ahora rearmar el rompecabezas que la crisis ha desordenado, y que la mayor o menor afluencia de capitales dependerá de las leyes que se vayan instrumentando. Apuntó que las multinacionales están a la expectativa, siguiendo muy de cerca la evolución mexicana, como corresponde a un país fuerte. Expresó sus dudas de que una corriente fluida de capitales pueda encaminarse nuevamente hacia México antes de que pasen algunos años y se clarifique su situación económica.

Optimismo, pues, muy leve el que las multinacionales tienen sobre el futuro de México. Una vez más se demuestra que, por encima de cualquier coyuntura difícil, el capital más importante y de más lenta recuperación es la confianza, que el Gobierno de Miguel de la Madrid trata de recuperar con enormes dificultades.

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