Reportaje:La integración de España en la Alianza Atlántica/ 2

El Gobierno mantiene su presencia en los comités de la OTAN

El Gobierno español en su reunión de ayer decidió mantener la presencia diplomática y castrense en los numerosos comités de la estructura civil y militar de la OTAN a los que ya había accedido desde la adhesión al Tratado del Atlántico Norte el pasado mes de junio. También acordó incorporarse al Grupo Europeo Independiente de Programa (GEIP) del que inicialmente se había mantenido ajeno. Se asegura que el nombramiento de un nuevo embajador para sustituir al destituido Javier Rupérez no será inmediato y mientras se hará cargo de esas responsabilidades el ministro consejero Jaime Ojeda desti...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

El Gobierno español en su reunión de ayer decidió mantener la presencia diplomática y castrense en los numerosos comités de la estructura civil y militar de la OTAN a los que ya había accedido desde la adhesión al Tratado del Atlántico Norte el pasado mes de junio. También acordó incorporarse al Grupo Europeo Independiente de Programa (GEIP) del que inicialmente se había mantenido ajeno. Se asegura que el nombramiento de un nuevo embajador para sustituir al destituido Javier Rupérez no será inmediato y mientras se hará cargo de esas responsabilidades el ministro consejero Jaime Ojeda destinado en la delegación de nuestro país ante la citada Organización. El general de Aviación Santos Peralba seguirá igualmente como representante de la Junta de Jefes de Estado Mayor en el Comité Militar.

Este proceder, según fuentes oficiales, no altera la decisión de congelar la integración militar anunciada durante el debate que siguió al discurso de investidura del presidente: Felipe González el 1 de diciembre pasado. En respuesta al diputado de Esquerra Republicana de Cataluña, Francecesc Viçens, el líder socialista aseguró que su Gobierno congelaría los ñuevos pasos iniciados por el anterior gabinete para la incorporación de España a la OTAN y en cuanto a la integración militar arrancó un aplauso de los escaños socialistas cuando dijo "no estamos dispuestos a que un almirante extranjero mande a un almirante español en territorio sometido a la soberanía española".

El ministro de Asuntos Exteriores, Fernando Morán, respondió sobre estas cuestiones a los periodistas con ocasión de su asistencia al Consejo Atlántico celebrado unos días después, el 9 y 10 de diciembre. Allí aseguró que la asistencia a los Comités, incluido el de Planes de Defensa constituido a nivel ministerial como el propio Consejo, sería determinada por las circunstancias. En su reunión de ayer el Goblerno ha decidido en consecuencia dentro de lo que portavoces oficiales consideran que es un proceder respetuoso con el compromiso de detener el proceso de integración sin que ello suponga iniciar desligamiento alguno. Precisamente durante las alocuciones de los jefes de Estado Mayor del Ejército, la Armada y el Aire en sus respectivos cuarteles generales de sus Ejércitos, celebrados ayer por ser víspera de la Pascua Militar y en los textos de los mensajes del ministro de Defensa y del Rey redactados con ocasión de esa festividad brilló por su total ausencia la cuestión de la OTAN.

Narcis Serra se limita a constatar que "en el campo de la política mundial, se producen también situaciones cambiantes, fluctuaciones que son muchas veces de dificil previsión. Estas circunstancias obligan a introducir un elemento más de flexibilidad, de necesidad de adaptación a la realidad de cada momento. Se ha dicho que no existen países "amigos" o "enemigos" en el sentido tradicional de la palabra, sino que es el juego de los intereses el que determina las posiciones entre las naciones".

Otro factor a tener en cuenta, frente a la oscuridad de Calvo Sotelo y la mera finura gaditana de Pérez-Llorca, es la inmersión comprometida del presidente González en los temas internacionales y el conocimiento y familiaridad del titular de Exteriores con los temas de la Defensa y la estrategia. En la polémica previa a la adhesión, sus propugnadores solían argumentar que los acuerdos defensivos hispano-norte americanos convertían a nuestro país en un miembro OTAN de segunda categoría, afectado por todas las decisones tomadas por los aliados en Bruselas sin su presencia ni voto.

Los análisis de los opositores, ahora en el Gobierno subrayan que la presencia en la OTAN afecta más negativamente a España, que anteriormente se beneficiaba de una protección sin necesidad de tener que aportar a la organización ciertas contribuciones gravosas.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En