Cartas al director

La separación conyugal del profesorado

Me dirijo a usted con motivo de una carta publicada en su diario en fecha 19 de diciembre de 1982 y firmada por un catedrático de instituto con destino en Cabra. (Córdoba).En dicha carta, este compañero divulgaba la situación en la que nos encontramos muchos profesores de BUP casados con funcionarias del mismo Ministerio de Educación, que no es otra que vernos obligados a vivir lejos de nuestras familias y, año tras año, esperar la resolución del concurso de traslados, con verdadera angustia, por ver si de una vez logramos unirnos las familias (que, repito, somos muchas) en un mismo destino....

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Me dirijo a usted con motivo de una carta publicada en su diario en fecha 19 de diciembre de 1982 y firmada por un catedrático de instituto con destino en Cabra. (Córdoba).En dicha carta, este compañero divulgaba la situación en la que nos encontramos muchos profesores de BUP casados con funcionarias del mismo Ministerio de Educación, que no es otra que vernos obligados a vivir lejos de nuestras familias y, año tras año, esperar la resolución del concurso de traslados, con verdadera angustia, por ver si de una vez logramos unirnos las familias (que, repito, somos muchas) en un mismo destino.

Estas situaciones repercuten, por supuesto, en la calidad de enseñanza, ya que la ansiedad de esperar al fin de semana o las vacaciones para poder estar con nuestras mujeres e hijos es angustiosa.

La solución a este problema estaría en que de nuevo volviese a instaurarse el derecho de consorte entre funcionarios del Ministerio de Educación, ya que entre otros ministerios nunca ha dejado de tener vigencia.

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Resulta curioso que se nos prive de este elemental derecho, siendo el 46% del funcionariado el de este ministerio, con las retribuciones más bajas del funcionariado, retribuciones que a veces ni nos permiten viajar los fines de semana para ver a nuestras familias, ni es cuestión de renunciar uno de los dos a la plaza que con tantos esfuerzos hemos conseguido. /

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