Médicos y ATS defienden la racionalización de las urgencias

La necesidad de contar con unidades de cuidados intensívos (UCI) móviles para transportar al enfermo hasta el hospital más idóneo fue una de las cuestiones debatidas en los congresos de médicos y ayudantes técnicos sanitarios (ATS) que se celebraron simultáneamente en Oviedo este fin de semana.Andrés Esteban, de la UCI de la Cruz Roja de Madrid, afirmó que el 50% de los fallecimientos por infarto de miocardio se produce en las cuatro o cinco horas siguientes. De ahí la necesidad, argumentó, de que el paciente se encuentre como en el centro hospitalario nada más entrar en la ambulancia o el veh...

La necesidad de contar con unidades de cuidados intensívos (UCI) móviles para transportar al enfermo hasta el hospital más idóneo fue una de las cuestiones debatidas en los congresos de médicos y ayudantes técnicos sanitarios (ATS) que se celebraron simultáneamente en Oviedo este fin de semana.Andrés Esteban, de la UCI de la Cruz Roja de Madrid, afirmó que el 50% de los fallecimientos por infarto de miocardio se produce en las cuatro o cinco horas siguientes. De ahí la necesidad, argumentó, de que el paciente se encuentre como en el centro hospitalario nada más entrar en la ambulancia o el vehículo, que debe estar dotada para cumplir esta finalidad de material y personal adecuados y suficientes.

El uso de este tipo de ambulancias, que funcionaron ya con motivo de los Mundiales de Fútbol celebrados en España y del viaje del Papa a este país, debería generalizarse dentro de un ambicioso plan de racionalización de las urgencias que los médicos esperan que se produzca con la Administración socialista.

Este plan debería prever la centralización provincial de las urgencias en un servicio encargado de dirigir a las unidades móviles hacia el hospital más adecuado para tratar con la mayor eficacia y rapidez al enfermo.

Esas unidades móviles han de ser ya, al contrario que las actuales ambulancias, que son meros instrumentos de transporte, un centro hospitalario en pequeño, en el que el enfermo grave pueda ser atendido conjuntamente por un médico intensivista y un ayudante técnico sanitario.

Los médicos consultados por este periódico se muestran partidarios de acabar con "los poco claros negocios" montados en torno a las ambulancias, y defienden la inclusión del transporte del enfermo dentro de la Seguridad Social.

Estos médicos propugnan la dedicación y el reconocimiento legal de la especialidad del asistente técnico sanitario intensivista, que necesita una preparación específica muy compleja y realiza un papel de enorme responsabilidad. Los propios médicos reconocen que la función de los ATS es tanto o más importante que la suya.