TRIBUNALES

Investigación sobre métodos ilegales para atraer clientes por abogados de Barcelona

El Juzgado de Instrucción número 4 de Barcelona ha citado a cuatro reclusos de la cárcel Modelo de Barcelona para que presten declaración en el sumario que se instruye contra el falso abogado Claudio Gil. La investigación abierta contra Claudio Gil es la primera que realiza la Audiencia Provincial de Barcelona en un intento de finalizar con los ganchos, individuos que al servicio de determinados despachos de abogados penalistas captan clientes de manera irregular.

El tema de los ganchos ha sido reiteradamente denunciado al Colegio de Abogados, por considerarse una práctica de...

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El Juzgado de Instrucción número 4 de Barcelona ha citado a cuatro reclusos de la cárcel Modelo de Barcelona para que presten declaración en el sumario que se instruye contra el falso abogado Claudio Gil. La investigación abierta contra Claudio Gil es la primera que realiza la Audiencia Provincial de Barcelona en un intento de finalizar con los ganchos, individuos que al servicio de determinados despachos de abogados penalistas captan clientes de manera irregular.

El tema de los ganchos ha sido reiteradamente denunciado al Colegio de Abogados, por considerarse una práctica desleal y fuera de toda ética. Sin embargo, el colegio de Barcelona no ha podido actuar por carecer de pruebas concretas. Ahora, a raíz de la detención de Claudio Gil, se asegura que el Colegio de Abogados de Barcelona podría dirigir una circular a todos los profesionales del derecho denunciando esta corrupción y recordando que es totalmente irregular la actuación de los ganchos.Pero para algunos jueces de la Audiencia de Barcelona la actuación de los ganchos no sólo es una práctica irregular sino también un delito. A través de las declaraciones obrantes en el sumario contra Claudio Gil, se ha podido averiguar que usualmente los ganchos captan clientes, prometiéndoles la libertad provisional, que han de conseguir gracias a su supuesta amistad con determinados funcionarios de Justicia. En el caso concreto de Claudio Gil, éste aseguraba a sus clientes que era primo del fiscal general del Reino, José María Gil-Albert.

Otro de los sistemas utilizados por los ganchos para conseguir clientes consiste en merodear por los bares cercanos al Palacio de Justicia, esperando la presencia de los jueces con los que entablan una conversación intemporal. Este contacto puramente formal es seguido a cierta distancia por los futuros clientes, quienes acaban creyendo las amistades y contactos de los ganchos y suponen que en esta corta conversación se ha tratado de su problema, por lo que rápidamente se ponen en manos del captador de clientes. Ante este tipo de estratagemas, numerosos jueces han adoptado la costumbre de no entablar conversaciones con desconocidos en los bares cercanos al Palacio de Justicia.

El proceso y el sumario instruido contra Claudio Gil ha sido calificado en medios allegados a la judicatura como "una seria advertencia a los ganchos, para que desistan en su actividad". Las mismas fuentes han asegurado que con esta investigación se pretende "devolver la dignidad a la labor de los abogados penalistas". Se asegura en medios judiciales que los abogados que utilizan este sistema de captación de clientes no incurren en ningún tipo de delito, pero que su actuación puede calificarse de "negligente" y que debería ser investigada oficialmente por el Colegio de Abogados, adoptando las resoluciones administrativas que se creyesen oportunas.

Claudio Gil fue encarcelado y procesado, el pasado día 10, por un presunto delito de intrusismo y de estafa.

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