La dimisión de Spadolini deja pocas opciones para formar Gobierno en Italia

Esta tarde, o al máximo mañana, el jefe del Estado, Sandro Pertini, designará su candidato encargado de formar nuevo Gobierno tras la dimisión definitiva del republicano Giovanni Spadolini. Desde ayer, el presidente Pertini está celebrando las consultas habituales con los ex presidentes de la República y los secretarios generales de los partidos representados en el Parlamento. Y los observadores lanzan ya las primeras hipótesis.Esta vez las posibilidades que se advierten para superar esta enésima crisis de Gobiero, la 42 en 35 años de República, son tres:

1. La posibilidad de...

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Esta tarde, o al máximo mañana, el jefe del Estado, Sandro Pertini, designará su candidato encargado de formar nuevo Gobierno tras la dimisión definitiva del republicano Giovanni Spadolini. Desde ayer, el presidente Pertini está celebrando las consultas habituales con los ex presidentes de la República y los secretarios generales de los partidos representados en el Parlamento. Y los observadores lanzan ya las primeras hipótesis.Esta vez las posibilidades que se advierten para superar esta enésima crisis de Gobiero, la 42 en 35 años de República, son tres:

1. La posibilidad de que no se consiga formar Gobierno. En este caso Pertini se vería obligado a disolver el Parlamento y se quedaría, para gestionar las elecciones, el Gobierno dimisionario de Spadolini. Parece la menos probable porque la desean únicamente una parte de los socialistas y la rechazan los grandes partidos, democristiano y comunista.

2. Un Gobierno interino que dure hasta mayo, fecha en la cual más de diez millones de italianos tendrán que ir a las urnas para elecciones municipales. Se podría, con dicha ocasión, hacer también las elecciones políticas anticipadas. Pero a dicho proyecto se opone tenazmente la Democracia Cristiana (DC). Se piensa, en efecto, que tal Gobierno no tendría fuerza ni prestigio, y esto supondría dejar parada toda la vida legislativa precisamente en un momento de gravísima crisis económica, cuando son necesarias, más que nunca, medidas urgentes e impopulares ante un déficit público de casi 10 billones de pesetas.

3. La tercera hipótesis es la creación de un Gobierno estable de centroizquierda, con un pacto de hierro para llegar hasta el término natural de la legislatura, es decir, la primavera de 1984.

Esta solución es la más acariciada por la DC, ya que daría, de este modo, tiempo al nuevo secretario, Ciriaco de Mita, de llevar a cabo la renovación de su partido. También los socialistas estarían de acuerdo. Pero con una condición: que dicho Gobierno esté presidido por ellos, concretamente por su secretario, Bettino Craxi.

¿Qué responderán los democristianos? Según noticias recogidas por EL PAIS, difícilmente la DC aceptará que los socialistas se apoderen de la Presidencia del Gobierno mientras haya otro socialista en jefatura del Estado. Y es aquí donde la batalla va a ser más dura.

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Los democristianos estarían incluso dispuestos a que se forme un Gobierno de emergencia, con el apoyo incluso de los comunistas, con tal que no sea presidencialista. Todo ello para evitar elecciones anticipadas. Dicho Gobierno estaría presidido por Amintore Fanfani, actual presidente del Senado.

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