Setenta y seis años de prisión para los ocho acusados por el caso 'My Orion'
La sentencia contra los procesados por el llamado caso My Orion, yate de lujo que en marzo de 1981 transportó hasta la Costa Brava 2.500 kilos de hachís prensado y diez kilos de aceite de hachís valorados en mas de 250 millones de pesetas, se hizo pública ayer en Gerona.
La sentencia condena a doce años de prisión mayor y multa de 50.000 pesetas a Constancio Navarro Villazgos, Jorge Pascual Llorens, Hans-Joachim Runggas y Robert-Peter Klisans; a diez años de prisión mayor y multa de 50.000 pesetas a Wilhelm-Gerharp Maraldo; a siete años de prisión mayor y multa de 50.000 pese...
Regístrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
La sentencia contra los procesados por el llamado caso My Orion, yate de lujo que en marzo de 1981 transportó hasta la Costa Brava 2.500 kilos de hachís prensado y diez kilos de aceite de hachís valorados en mas de 250 millones de pesetas, se hizo pública ayer en Gerona.
La sentencia condena a doce años de prisión mayor y multa de 50.000 pesetas a Constancio Navarro Villazgos, Jorge Pascual Llorens, Hans-Joachim Runggas y Robert-Peter Klisans; a diez años de prisión mayor y multa de 50.000 pesetas a Wilhelm-Gerharp Maraldo; a siete años de prisión mayor y multa de 50.000 pesetas al sargento de la Guardia Civil, Fernando Ramírez Muñoz y al número de la Guardia Civil, Gabriel Orellana Alvarez; y a dos años de prisión menor y multa de 50.000 pesetas a Jesualdo Sánchez Manzanares y José Más Rodellas.
Según declara la sentencia, a lo largo del año 1980, se mantuvieron conversaciones entre tres individuos de nacionalidad holandesa y los procesados, Constancio Navarro y Jorge Pascual, para la adquisición de una determinada cantidad de cannabis sativa en Marruecos y posterior traslado de dicho estupefaciente a España, desde donde sería enviado, en pequeñas cantidades, a la República Federal de Alemania.
Para el mejor cumplimiento de su misión, los dos acusados se pusieron en contacto con Fernando Ramírez y Gabriel Orellana, sargento y número respectivamente de la Guardia Civil, adscritos al denominado Grupo de Inspección de Sanidad y Salud (GISS), y que anteriormente habían prestado sus servicios en el Grupo Antidrogas. Por su participación, a ambos se les prometió la entrega de 4.000 pesetas por cada kilogramo de droga.
La captura del yate se realizó cuando acababa de desembarca la droga, por una lancha de vigilancia de la Marina.