1.200 personas, evacuadas tras estrellarse en la RFA un camión que transportaba un misil

Un accidente de tráfico costó la vida a un automovilista, que fue arrollado en las proximidades de Karlsruhe (República Federal de Alemania) por un camión del Ejército norteamericano, que transportaba un misil Pershing 1, que no llevaba ninguna cabeza atómica. Ante el temor de que se produjese un incendio, porque el combustible sólido del cohete es altamente inflamable, la zona del accidente fue rodeada por tropas especiales norteamericanas y 1.200 habitantes fueron evacuados.

A la puerta del Ministerio de Defensa en Bonn, media docena de jóvenes hacen guardia desde el pasado 1 de n...

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Un accidente de tráfico costó la vida a un automovilista, que fue arrollado en las proximidades de Karlsruhe (República Federal de Alemania) por un camión del Ejército norteamericano, que transportaba un misil Pershing 1, que no llevaba ninguna cabeza atómica. Ante el temor de que se produjese un incendio, porque el combustible sólido del cohete es altamente inflamable, la zona del accidente fue rodeada por tropas especiales norteamericanas y 1.200 habitantes fueron evacuados.

A la puerta del Ministerio de Defensa en Bonn, media docena de jóvenes hacen guardia desde el pasado 1 de noviembre, y reparten a todo el que se acerca un panfleto, en el que exigen que el gobierno federal alemán explique definitivamente dónde serán estacionados los nuevos misiles atómicos previstos en los planes de rearme nuclear de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).El panfleto de los manifestantes dice que "los puntos de estacionamiento de los misiles Pershing 2 y los misiles Cruise serán, en caso de guerra, los primeros blancos de los misiles enemigos. En tiempos de no guerra, el continuo transporte de esas armas representa una amenaza permanente para las personas que viven en las zonas de estacionamiento".

Las palabras del panfleto de los manifestantes adquirieron caracteres proféticos en la noche del martes, cuando un camión de un convoy del Ejército norteamericano transportaba un cohete Pershing 1, rompió los frenos y arrolló a un turismo alemán que viajaba en dirección contraria.

Las informaciones contradictorias se sucedieron. Primero se habló de tres muertos, luego de dos, y al final de uno. Primero se habló de evacuar la zona para bombear más de mil litros de combustible altamente explosivo del misil y luego el portavoz del Ministerio de Defensa en Bonn aseguró que se trata de un combustible sólido.

Hubo incluso algunos que, ante la proximidad de un aeropuerto norteamericano, se lanzaron a especular con la posibilidad de que los Pershing 2 se transporten ya en secreto al territorio federal alemán.

El portavoz del Ministerio de Defensa declaró ayer en Bonn que el transporte se realiza en el marco de los ejercicios militares y que el combustible no puede explotar. Pero nadie explica claramente por qué, si el combustible sólido no puede explotar, fueron evacuados los 1.200 vecinos, de un pueblo próximo al lugar donde el camión sufrió el accidente.

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Fuentes del Ministerio de Defensa declararon a este periódico que "probablemente por el temor a un incendio por la gasolina vertida de los camiones implicados en el accidente".

Lo ocurrido con el Pershing aumenta el temor de la población a las nuevas armas atómicas de la OTAN, cuando los soviéticos parecen haber iniciado una nueva ofensiva.

El ex embajador de la Unión Soviética en Bonn y actualmente miembro del, Comité Central del Partido Comunista de la URSS, Valentín Falín, declaró ayer que si se llega al estacionamiento de los nuevos cohetes atómicos, la única solución será rezar.

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