Visita de Juan Pablo II a España

Mensaje a los teólogos: "Sed fieles a la fe, sin caer en la ilusión de separar a Cristo de su Iglesia"

Juan Pablo II demandó de los teólogos españoles fidelidad a su fe y al magisterio de la Iglesia, en el mensaje que pronunció en la Universidad Pontificia de Salamanca ante profesores e investigadores llegados de todo el país, al tiempo que les animaba a desarrollar su creatividad en la metodología y la problemática que deben abordar, siguiendo el modelo de las generaciones que tan decisivamente contribuyeron a la renovación en torno al Concilio de Trento.Al referirse a los Fray Luis de León, Martín de Azpilicueta, Francisco de Vitoria, Domingo de Soto y Bartolomé de Carranza, y de forma especi...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Juan Pablo II demandó de los teólogos españoles fidelidad a su fe y al magisterio de la Iglesia, en el mensaje que pronunció en la Universidad Pontificia de Salamanca ante profesores e investigadores llegados de todo el país, al tiempo que les animaba a desarrollar su creatividad en la metodología y la problemática que deben abordar, siguiendo el modelo de las generaciones que tan decisivamente contribuyeron a la renovación en torno al Concilio de Trento.Al referirse a los Fray Luis de León, Martín de Azpilicueta, Francisco de Vitoria, Domingo de Soto y Bartolomé de Carranza, y de forma especial a Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz, el Papa señaló que, "junto a la vuelta a las fuentes, a la Sagrada Escritura y a la tradición, realizaron la apertura a la nueva cultura que estaba naciendo en Europa ( ... ) La dignidad inviolable de todo hombre, la perspectiva universal del derecho internacional y la dimensión ética como normativa de las nuevas estructuras: socio-económicas entraron plenamente en la tarea de la teología y recibieron de ella la luz de la revelación cristiana".

Más información

El Papa recordó la definición que de la misión teológica hizo en el siglo XI Anselino de Canterbury, como "la fe que busca comprender", para afirmar luego que las nuevas corrientes filosóficas, que tienden en muchos casos a dejar en silencio la dimensión trascendente del hombre, invitan a la teología a reflexionar sobre sus temas radicales (el misterio de Dios, el misterio de Cristo, el misterio del hombre, que lleva dentro de sí la pregunta irrenunciable sobre el sentido último de su vida). Animó a los teólogos a buscar ayuda no sólo en la filosofía sino también en las ciencias, y sobre todo en las humanas, para responder a la pregunta de "qué es el hombre", y pidió a los teólogos fidelidad a la fe, sin caer en la peligrosa ilusión de separar a Cristo de su Iglesia, ni a la Iglesia de su magisterio".

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En