El desempleo constituye la máxima preocupación a ambas orillas del Atlántico

El análisis de esta primera encuesta, que tiene por objeto principal, según formulación del Instituto Atlántico para Asuntos Internacionales, tratar de averiguar las causas del diálogo de sordos entre Estados Unidos y Europa, demuestra principalmente que las preocupaciones internas dominan sobre todas las demás en todos los países muestreados.. Así, no constituye ninguna sorpresa que el tema del desempleo figure a la cabeza de las preocupaciones nacionales, seguido de la inflación, con la excepción de Noruega y los Países Bajos. La amenaza de guerra constituye para todos una preocupació...

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El análisis de esta primera encuesta, que tiene por objeto principal, según formulación del Instituto Atlántico para Asuntos Internacionales, tratar de averiguar las causas del diálogo de sordos entre Estados Unidos y Europa, demuestra principalmente que las preocupaciones internas dominan sobre todas las demás en todos los países muestreados.. Así, no constituye ninguna sorpresa que el tema del desempleo figure a la cabeza de las preocupaciones nacionales, seguido de la inflación, con la excepción de Noruega y los Países Bajos. La amenaza de guerra constituye para todos una preocupación seria, pero los factores socio-económicos la seguridad interna preocupan mucho más que los problemas de defensa.Los patrocinadores de la encuesta se muestran sorprendidos por el hecho de que la falta de liderazgo político y el excesivo gasto público no constituyan factores preocupantes, quizá con la excepción de la. República Federal de Alemania (RFA).

Rellaciones entre Europa y Estados Unidos.

A pesar de lo conflictivo de esta relación y su despliegue en los medios informativos a lo largo del último año, los resultados de esta encuesta indican que las tensiones transatlánticas no han calado demasiado a nivel popular y que los europeos colocan, como antes se indicaba, sus preocupaciones nacionales por encima de las internacionales.

Quizá la excepción más impor tante sea el sentimiento percibido en Estados Unidos de que Europa no está contribuyendo lo necesario a las cargas originadas para asegurar la seguridad occidental.

Sin embargo, esta percepción va acompañada por el sentimiento de que una cooperación efectiva entre Europa y Estados Unidos constituye el factor más importante en la futura seguridad del mundo occidental.

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Sorprende la ausencia de un juicio negatijo por parte de los europeos sobre el papel norteamericano en la defensa occidental -los norteamericanos se muestran más críticos- y la ausencia de sólidas creencias, excepto en Francia, de que las tasas de interés en Estados Unidos y el papel del dólar constituyen una fuente de tensión internacional. Solamente en España. se considera que la política norteamericana con relacion a la URSS y la carrera de armamentos seguida por Washington constituyen una fuente importante de tensión internacional (consideración expresada sólo por un tercio de la población).

En el tema específico del reparto de cargas (para gastos de defensa), la encuesta arroja muy pocas sorpresas. La opinión pública refleja y presumiblemente apoya las posiciones adoptadas a este respecto por los Gobiernos aliados.

Los norteamericanos piensan definitivamente que se gastan demasiado para la defensa occidental, mientras que los europeos contribuyen poco.

Por su parte, los europeos piensan que Estados Unidos se gasta lo necesario, con la notable excepción española y una cierta ambigüedad de los franceses. Es curioso resaltar que los dos países europeos que dedican el mayor porcentaje de su PNB a defensa, Francia y el Reino Unido, piensan, a su vez, que Europa debería dedicar más a esos gastos. Los alemanes, noruegos y holandeses creen que se gastan demasiado. Pero lo más interesante es que, y una vez más con la excepción de España, sólo muy pequeñas mayorías piensan que se gasta demasiado en gastos de defensa.

Relaciones Este-Oeste. En este tema no constituye realmente una sorpresa que las poblaciones pertenecientes a los países que tienen frontera común con los países del Este consideren que la carrera armamentista soviética sea una fuente de tensión internacional.

Pero resulta realmente significativo que en dos países, Noruega y la República Federal de Alemania, más del 50% de la población considere el poderío militar soviético como el factor más importante de tensión internacional, sobre todo si se compara con la respuesta relativamente débil obtenida en Estados Unidos (aunque en este país sigan creyendo que las acciones soviéticas constituyen la principal fuente de tensión).

Que ese factor soviético sea considerado igualmente la causa más importante de la tensión internacional en dos países con fuertes movimientos pacifista como Holanda y el Reino Unido, así como en Italia, resulta igualmente significativo.

Solamente en España y en Francia se concede relativamente poca importancia a ese poderío militar soviético. Todos estos datos deben ser comprendidos en el contexto siguiente: ninguna de las poblaciones encuestadas piensa que tenga una defensa inadecuada.

Y a esto hay que añadir un dato importante. El equilibrio militar con los soviéticos, aunque importante, no se considera el factor determinante para conseguir más seguridad en el futuro. Todos los países, y principalmente Holanda y Noruega, piensan que esa seguridad futura se conseguirá a través de un control de armamentos efectivo. El mantenimiento de un diálogo con la Unión Soviética se considera importante especialmente en Alemania, Noruega y Estados Unidos.

El peligro de guerra sigue siendo una preocupación principal en todos los países encuestados, con la notable excepción de Alemania. Este peligro ocupa el número tres en el ranking de las preocupaciones de los europeos, tras el desempleo y la inflación.

En Alemania, las mayores preocupaciones están centradas en el paro, el excesivo gasto público, la criminalidad, las armas nucleares y las injusticias sociales antes de llegar al capítulo de los peligros de una guerra.

Los patrocinadores de la encuesta, el Instituto Atlántico para Asuntos Internacionales, el International Herald Tribune y Louls Harris, sacan la conclusión de que las poblaciones europeas aplican diferentes baremos a diferentes cuestiones.

Las diferencias que se consideran más notables son las siguientes. Mientras que el control de armamentos se considera igualmente importante en Francia, Alemania y Noruega, e incluso más importante en Holanda, la obtención de un equilibrio militar entre los bloques no se considera en Francia tan importante como en Alemania.

Lo mismo se puede aplicar a la cooperación entre Europa y Estados Unidos. La máxima preocupación de franceses y españoles está centrada en la cooperación europea, mientras que las poblaciones de esos dos países no parecen demasiado preocupadas por el equilibrio militar.

Las diferencias franco-alemanas vuelven a aparecer en el tema del papel de Estados Unidos, que no se considera ni esencial ni efectivo en Francia, contrariamente a lo que ocurre en Alemania.

Por último, mientras que el poderío militar soviético es considerado en Alemania, Noruega y los Países Bajos como la causa principal de las tensiones internacionales, Francia entiende que la política monetaria estadounidense produce una mayor desestabilización

Por lo que se refiere a España, hay que señalar que la mayor preocupación de los españoles está centrada en el problema del paro, seguido del peligro de guerra, la inflación, la criminalidad y la injusticia social. La última preocupación de los españoles es el tema de una defensa inadecuada.

Para los españoles, según se desprende del estudio de los resultados de la encuesta, el reforzamiento de la unidad económica entre los países de la Europa occidental constituye el factor más importante para la seguridad futura de las naciones occidentales, preocupación en la que nuestro país enlaza con Francia. El resto de los países europeos, y especialmente la República Federal de Alemania, creen que la mejor forma de proteger esa seguridad se consigue por medio de un incremento de la cooperación entre Europa y Estados Unidos.

Por último, los españoles encuestados creen que el papel de Norteamérica en la defensa de los intereses de los países occidentales es "arrogante e intrigante", y sólo una minoría cree que es "esencial" y la mayoría considera "insuficiente" el papel que juegan los países europeos en la defensa de sus propios intereses.

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