Continúan las conversaciones para solucionar el tema del gasoducto soviético

Este fin de semana continuaron las consultas bilaterales informales en Washington entre representantes de los siete grandes países industrializados para encontrar una solución a las diferencias que oponen a Estados Unidos y Europa respecto al gasoducto euro-siberiano, informa France Presse. Sin embargo, ningún resultado definitivo se ha conseguido hasta el momento.El viernes pasado se celebró una reunión en el Departamento de Estado en la que participaron Lawrence Eagleburger, subsecretario norteamericano de Asuntos Políticos, los embajadores de los cuatro países europeos que están expo...

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Este fin de semana continuaron las consultas bilaterales informales en Washington entre representantes de los siete grandes países industrializados para encontrar una solución a las diferencias que oponen a Estados Unidos y Europa respecto al gasoducto euro-siberiano, informa France Presse. Sin embargo, ningún resultado definitivo se ha conseguido hasta el momento.El viernes pasado se celebró una reunión en el Departamento de Estado en la que participaron Lawrence Eagleburger, subsecretario norteamericano de Asuntos Políticos, los embajadores de los cuatro países europeos que están exportando equipos con destino al gasoducto (Francia, Reino Unido, Italia y República Federal de Alemania), así como los del Canadá y Japón. Está prevista una nueva reunión a principios de esta semana.

Los Estados Unidos desean que estas discusiones finalicen con un acuerdo que permita al presidente Ronald Reagan levantar las sanciones contra las empresas que entregan material de origen norteamericano a la Unión Soviética para la construcción del gasoducto.

Limitaciones a la URSS

Este acuerdo debería llevar a una limitación de los créditos occidentales a la URSS, así como a las exportaciones de material de alta tecnología y las importaciones de energía soviética.Actualmente, las discusiones giran en torno a la naturaleza del documento que debería ser adoptado por los siete. Se ha convenido que no habrá un comunicado conjunto, y cualquier tipo de acuerdo sería objeto de un intercambio de notas diplomáticas entre los diversos países afectados.

El proyecto del texto en discusión contempla tres grandes capítulos: una definición de los principios que los siete se comprometerían a respetar; un calendario de futuras negociaciones, y una serie de medidas concretas para poner en práctica con carácter inmediato.

Francia, hasta ahora, se ha mostrado particularmente reticente a comprometerse en un acuerdo formal con los Estados Unidos por miedo a mostrar una imagen de sometimiento frente a los norteamericanos.

Anteriormente, el Gobierno francés había subrayado que las sanciones tomadas por el presidente Reagan en el tema del gasoducto eran un problema que debería ser solucionado exclusivamente por las autoridades de Washington.

Los observadores apuntan que el jefe de la Casa Blanca, bajo la presión de cierto número de congresistas e incluso de sus propios consejeros, podría querer dar marcha atrás en su postura.

Pero al mismo tiempo el presidente norteamericano desea encontrar un compromiso con sus aliados, para no quedar en mal lugar justo en los momentos previos a las elecciones al Congreso, en los que cualquier fallo de imagen del mandatario norteamericano puede tener funestas consecuencias para el partido republicano.

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