CIENCIA

Polémica en el Reino Unido sobre los experimentos con embriones humanos

La Asociación de Médicos del Reino Unido ha pedido a sus miembros que no participen en experimentos que tengan por sujeto embriones humanos obtenidos por fecundación en laboratorio.La asociación profesional británica ha reaccionado así al anuncio realizado por el doctor Robert Edwards -artífice junto al doctor Patrick Steptoe del primer bebé probeta del mundo, la niña Louise Brown- de que había llevado a cabo en su laboratorio de la universidad de Cambridge investigaciones en las que utilizaba embriones humanos obtenidos de forma artificial, y que estas investigaciones podrían dar resultados a...

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La Asociación de Médicos del Reino Unido ha pedido a sus miembros que no participen en experimentos que tengan por sujeto embriones humanos obtenidos por fecundación en laboratorio.La asociación profesional británica ha reaccionado así al anuncio realizado por el doctor Robert Edwards -artífice junto al doctor Patrick Steptoe del primer bebé probeta del mundo, la niña Louise Brown- de que había llevado a cabo en su laboratorio de la universidad de Cambridge investigaciones en las que utilizaba embriones humanos obtenidos de forma artificial, y que estas investigaciones podrían dar resultados alentadores en el campo de la medicina.

Algunos médicos británicos han señalado, informa el diario londinense The Times, que este tipo de experimentos se presta a posibles abusos.

Existe el peligro de que se creen embriones humanos con el único fin de proporcionar órganos de repuesto para personas enfermas, para lo cual bastaría mantener con vida de forma artificial al embrión hasta que hubiera empezado a formar sus propios órganos, tras lo cual se destruiría y se trasplantaría el tejido orgánico que fuera necesario.

Otro aspecto preocupante es el clonaje o fabricación de individuos idénticos genéticamente a partir del núcleo de una célula. Esta célula podría ser una perteneciente a un embrión fecundado fuera del seno materno.

Hasta ahora, el clonaje se ha realizado en ranas y ratones, pero se ha tropezado con la imposibilidad de proporcionar nutrición al embrión durante un período superior a ocho o diez días. Dado que el embrión humano empieza a formar sus propios órganos a los veintiún días, los especialistas no creen que pase mucho tiempo antes de que una placenta artificial consiga alargar este período de tiempo.

La actitud de los médicos británicos se explica también en parte por el hecho de que el doctor Edwards no es médico y parece haber ido peligrosamente más allá de la simple fecundación in vitro para proporcionar descendencia a parejas que no podían tener hijos. El mismo doctor Edwards parece haber realizado el anuncio para provocar una clarificación en los aspectos éticos de este tipo. de experimentos.

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