Tribuna:

Felipe González provocó una resurrección de la Bolsa

La intervención en TVE de Felipe González y sus efectos positivos sobre los mercados de acciones, ha representado la única novedad positiva que ha aportado, bursátilmente hablando, la última semana del mes de setiembre.Los inicios de la tanda semanal no pudieron resultar menos esperanzadores. La debilidad del mercado quedaba claramente de manifiesto en la contratación diaria, donde se sucedían bajas ' de pequeña consideración, pero que afectaban a la gran mayoría de acciones. Las eléctricas, y los valores del grupo bancario continuaban siendo las destinatarias de los volúmenes de oferta más ab...

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La intervención en TVE de Felipe González y sus efectos positivos sobre los mercados de acciones, ha representado la única novedad positiva que ha aportado, bursátilmente hablando, la última semana del mes de setiembre.Los inicios de la tanda semanal no pudieron resultar menos esperanzadores. La debilidad del mercado quedaba claramente de manifiesto en la contratación diaria, donde se sucedían bajas ' de pequeña consideración, pero que afectaban a la gran mayoría de acciones. Las eléctricas, y los valores del grupo bancario continuaban siendo las destinatarias de los volúmenes de oferta más abultados, cuyo origen, fundamentalmente institucional, hablaba bien a las claras de la escasa convicción que los especialistas tienen en las posibilidades inmediatas de los mercados de renta variable.

También se pudo apreciar la presencia de una abultada oferta de letras de cambio, procedentes del mercado secundario, que en la reunión del martes superó los 1.000 millones de pesetas en el mercado madrileño. Esta situación inusual, la demanda de estos activos había venido caracterizando su negociación en las últimas semanas, dió bastante que pensar a los especialistas, sobre todo por que los tipos de descuento a que se ofertaban estas letras estaban bastante por encima de lo que había venido resultando usual en el mercado, e incluso superaban los descuentos con los que fueron adquiridas.

La conclusión a la que se llegó era sencilla: algunos inversores se pusieron nerviosos con las declaraciones, de los responsables del programa económico del PSOE quienes afirmaron su intención de terminar con los paraísos fiscales, y en cierta forma el máximo atractivo de las Ietras de cambio negociadas en Bolsa lo constituye su, hasta el momento, escasa trasparencia fiscal.

No obstante en los últimos minutos de las reuniones del jueves, algunos operadores institucionales tomaron posiciones sorpresivamente en algunos valores eléctricos, dos o tres constructoras y Explosivos. Los bancos de forma sorprendente fueron olvidados. El líder socialista dió la razón a quienes compararon el jueves, y tras sus moderadas palabras y sus desmentidos categóricos a cualquier intento nacionalizador por parte del PSOE renació algo la confianza, y la oferta se replegó repentinamente adoptando posiciones espectantes. La consistencia de esta reacción sólo podrá ser deteminada los próximos días.

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