Tribuna:SPLEEN DE MADRID

Mineros y poetas

Me escribe la agrupación de jóvenes de la cuenca mínera de Riotinto, desde las minas de Riotinto, con prosa de septiembre y ortografia improbable."Creemos que tendrá usted conocimiento del grave problema que atraviesa toda la cuenca minera de Riotinto (Huelva), pero deseamos informarle directamente: el 23 de agosto, la empresa Riotinto Minera ha presentado un expediente de regulación, de empleo por el que 1.191 obreros quedarán, tras unos meses de suspensión de empleo, en la calle". El reciente premio Juan Ramón Jiménez de poesía es, por su parte, un poeta joven andaluz que ha dicho a la Prens...

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Me escribe la agrupación de jóvenes de la cuenca mínera de Riotinto, desde las minas de Riotinto, con prosa de septiembre y ortografia improbable."Creemos que tendrá usted conocimiento del grave problema que atraviesa toda la cuenca minera de Riotinto (Huelva), pero deseamos informarle directamente: el 23 de agosto, la empresa Riotinto Minera ha presentado un expediente de regulación, de empleo por el que 1.191 obreros quedarán, tras unos meses de suspensión de empleo, en la calle". El reciente premio Juan Ramón Jiménez de poesía es, por su parte, un poeta joven andaluz que ha dicho a la Prensa: "Lo único que pasa es la Tuna". Como frase, me parece más propia de mi admirado Quique Camoiras (en estos días vuelve a actuar en Madrid),que de un poeta lírico. Pero no sólo la frase es mala, sino que ignora, por ejemplo, que Juan Ramón era de familia vinatera y, víctima de las especulaciones de Riotinto, se quedó en la miseria, o casi. Juan Ramón Jiménez, el primer poeta de España después de San Juan fue el primer parado de la multinacional Riotinto de los años veinte. A partir de ahí, el joven poeta premiado lo ignora casi todo, como, por ejemplo, que "se cierra la factoría de Santiago. La vida en nuestra cuenca se centra únicamente en las minas, no hay otra forma de trabajo, ni campo, ni industria, por lo que, de consumarse este expediente (y hasta ahora las negociaciones no han sido fructíferas), toda esta zona histórica quedaría convertida en un espacio fantasma". No sería yo quien auspiciase la vuelta a una poesía social/prosaico/testimonial, siempre ineficaz y sufrida durante todo el cuarentañismo, pero creo que un intelectual joven está obligado a enterarse de su tiempo.

Rafael Alberti fue víctima, en El Puerto de Santa María, de parecidas especulaciones contra su familia, y no diré que por eso eligió el marxismo, sino que el marxismo (no el partido) le tenía elegido antes de que él lo supiera. En Andalucía, inspirado joven, ha pasado siempre algo más que la Tuna. "Después de tantos años de trabajo, ¿a dónde ir? Esta es la situación actual de seis pueblos: Nerva, Ríotinto, El Campillo, Zalamea la Real y Campofrío, que hoy viven horas angustiosas, con encierros, manifestaciones, concentraciones diarias, múltiples, masivas, día y noche". Hace unas semanas, este periódico nos sirvió ampliamente la huelga de braceros de la casa Domecq. Pero el joven poeta premiado, que oye Tunas y no sabe dónde, sigue diciendo: "El tema del desencanto es algo que el sistema maneja en su provecho. No creo en él. En Granada tenemos una vida literaria bastante apañada". A mí, lo que me parece es que los mineros de Riotinto escriben bastante mejor que el poeta redícho de Granada, porque no dicen cosas de nuestras tías, como "apañada", y porque, como dejara sentado Sartre "basta con describirse para ser nuevo". Los jóvenes mineros se describen, y por eso, aparte tener razón, son nuevos y frescos, y su carta ha sido un golpazo de realidad en mi pecho preotoñal. El poeta elocuente y granadino, recién juanramonizado (sospecho que al margen de todo acierto), me suena a siempre y a cualquiera. 0 sea, que no hago aquí un enfrentamiento demagógico y fácil entre poetas y mineros, sino un enfrentamiento estilístico: aportan mejor castellano los mineros. El gran neurólogo Alberto Portera me lo decía anoche:

-Voy a imprimir mis expedientes clínicos y a exponerlos, numerados, como hacen mis amigos artistas con sus litografías.

El valor estético del documento, de Brecht y Peter Weiss a Alberto Portera. O el valor documental de la estética. Demasié para la poesía provinciana de hoy/siempre.

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