Trabajo deniega el despido de mil trabajadores de Unión Naval de Levante

La Delegación Provincial de Trabajo ha denegado la petición de la dirección de la empresa Unión Naval de Levante (UNL) de rescindir el contrato de mil trabajadores por considerar que del análisis económico y contable de la situación de los astilleros valencianos no se deduce que falten trabajo y materiales para mantener la actividad propia de la factoría.Por el contrario, Trabajo reconoce que se ha producido una disminución sensible de las ventas: los balances de los últimos años siempre se han concluido con pérdidas y el elevado nivel de endeudamiento repercute en una elevación constante de c...

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La Delegación Provincial de Trabajo ha denegado la petición de la dirección de la empresa Unión Naval de Levante (UNL) de rescindir el contrato de mil trabajadores por considerar que del análisis económico y contable de la situación de los astilleros valencianos no se deduce que falten trabajo y materiales para mantener la actividad propia de la factoría.Por el contrario, Trabajo reconoce que se ha producido una disminución sensible de las ventas: los balances de los últimos años siempre se han concluido con pérdidas y el elevado nivel de endeudamiento repercute en una elevación constante de costes. De todo ello, la Delegación Provincial concluye que, "si bien efectivamente la empresa atraviesa una grave situación económica y financiera, no se prueba en el expediente la falta de trabajo, causa única que justificaría una medida de suspensión como la propuesta".

Esta resolución supone un serio revés para la dirección de UNL, que desde 1974, momento en que tenía una plantilla superior a los 2.500 trabajadores, ha reducido puestos de trabajo y negociado jubilaciones anticipadas para aligerar la nómina. Esto ha supuesto una reducción también de actividad. Según fuentes del comité de empresa, de las 44.000 toneladas compensadas de los barcos construidos en la época de esplendor se ha descendido a la mitad en este año.

Los 2.000 trabajadores de UNL entran hoy, jueves, en su cuarto día de paro indefinido, después de cuatro meses de paralización de los astilleros del puerto de Valencia por falta de material para concluir los dos barcos en construcción. "Los proveedores se niegan a entregar ni siquiera un tornillo mientras no se salden las deudas", afirma una fuente del comité.

Sin embargo, coincidente con la decisión de Trabajo, la cartera de pedidos en firme y en negociación es suficiente para continuar la actividad laboral. Dos buques, encargados por la Trasmediterránea y por una compañía brasileña, se encuentran en los astilleros, mientras que podrían confirmarse cinco encargos más, uno de ellos con Argelia, si se resuelve la situación de UNL.

Varios centenares de trabajadores repartieron por la mañana octavillas para exigir al Banco Central que saque a flote la empresa.

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