Nuevos desacuerdos entre políticos y militares bolivianos
Nuevas fricciones surgieron ayer entre los dirigentes políticos y los militares bolivianos, tras una fracasada reunión que debió celebrarse el viernes pasado para analizar el alcance de la ley electoral que regirá las próximas elecciones generales. Políticos de distintas tendencias consideraron "irrisoria" la decisión del ministro del Interior, coronel Edgar Rojas, de presidir la reunión y después retirarse de la misma.Rojas declaró ayer que abandonaba la reunión con los políticos para dejarles "que se pongan de acuerdo sobre los planteamientos electoralistas". El dirigente centrista, Sandoval...
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Nuevas fricciones surgieron ayer entre los dirigentes políticos y los militares bolivianos, tras una fracasada reunión que debió celebrarse el viernes pasado para analizar el alcance de la ley electoral que regirá las próximas elecciones generales. Políticos de distintas tendencias consideraron "irrisoria" la decisión del ministro del Interior, coronel Edgar Rojas, de presidir la reunión y después retirarse de la misma.Rojas declaró ayer que abandonaba la reunión con los políticos para dejarles "que se pongan de acuerdo sobre los planteamientos electoralistas". El dirigente centrista, Sandoval Morón, manifestó que la actitud gubernamental no gustó a los políticos que asistieron a la reunión y que fueron con la intención de buscar soluciones conjuntas a la confusión política que reina en el país.
Los analistas políticos señalan que este desacuerdo se ha convertido en un nuevo factor de divorcio entre las fuerzas civiles y las milítares que intentan llegar a un acuerdo para acelerar el proceso de democratización en Bolivia.
El diálogo conjunto con 75 partidos políticos promovido por el Gobierno no pudo concretarse por los desacuerdos existentes entre los distintos partidos y por la decisión del régimen de no participar en la reunión. Las autoridades militares señalaron que la próxima semana se designará la Corte Nacional electoral que controlará las elecciones generales previstas para 1983. Pero este anuncio no dio satisfacción a los dirigentes de los partidos, que dudan de las intenciones de los militares.