La postura de Estados Unidos sobre el gasoducto podría flexibilizarse

El presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan, estaría dispuesto a reducir la presión que mantiene sobre el gasoducto siberiano si los aliados europeos llegaran a un acuerdo global cuyos objetivos fueran retrasar la construcción del mismo, según declaró Bill Brock, alto responsable del Departamento de Comercio, a una cadena de televisión.

El funcionario norteamericano declaró que el presidente Reagan estaría dispuesto a hacer concesiones a los países europeos, ya que era preferible "una política colectiva que reparta sobre todos el peso", a una política unilateral por parte de Estados ...

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El presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan, estaría dispuesto a reducir la presión que mantiene sobre el gasoducto siberiano si los aliados europeos llegaran a un acuerdo global cuyos objetivos fueran retrasar la construcción del mismo, según declaró Bill Brock, alto responsable del Departamento de Comercio, a una cadena de televisión.

El funcionario norteamericano declaró que el presidente Reagan estaría dispuesto a hacer concesiones a los países europeos, ya que era preferible "una política colectiva que reparta sobre todos el peso", a una política unilateral por parte de Estados Unidos. Para el portavoz estadounidense, toda esperanza de parar el proyecto del gasoducto se desvaneció cuando el Gobierno del anterior presidente no logró poner en marcha un plan con los países europeos para que éstos lograran una fuente energética alternativa al gas soviético, por ejemplo el petróleo mar del Norte.Acerca de la decisión norteamericana de sancionar a las empresas Dresser France y Creusot-Loire, el funcionario del Departamento de Comercio señaló que se había tomado en función de "nuestra conciencia, nuestros principios y nuestras leyes", añadiendo que era inmoral proporcionar numerosos equipos a estas empresas para que ellas los cedieran a la Unión Soviética, apoyando en alguna forma la implantación de la ley marcial en Polonia, actualmente en vigor.

La Administración norteamericana tambien retiraria las sanciones impuestas a dos compañias francesas, si los países occidentales encuentran la forma de seguir presionando a Moscú para aliviar la situación polaca.

Turbinas británicas

Mientras se producían estas declaraciones en Washington, se confirmaba en Londres que hoy se embarcan las seis primeras turbinas británicas, de un contrato de veintiuna, con destino al gasoducto siberiano. La operación, con un coste de 104 millones de libras, 21.000 millones de pesetas, podría estar en peligro, ya que quince turbinas no podrán funcionar si General Electric no suministra desde Estados Unidos unas piezas que son imprescindibles.

El Ente Nazionale Italiano (ENI), a través de la empresa Nuovo Pignone, entregará, a partir, del próximo martes, las dos primeras turbinas italianas con destino al gasoducto. Las dos turbinas, junto a tres aparatos de refrigeración, componen la primera de las diecinueve estaciones de bombeo que la sociedad italiana tiene contratadas con las autoridades soviéticas y que debían empezar a entregarse a partir del próximo día 31 de agosto. Las turbinas tienen componentes importantes que debe suministrar la compañía norteamericana General Electric, igual que en el caso británico.

En estos momentos, aunque Nuovo Pignone dispone de 42 rotores General Electric, no se encuentra en disposición de entregar más que catorce estaciones de bombeo. Cada una de estas estaciones tiene un coste de veinte millones de dólares, más de 1000 millones de pesetas, y un retraso en los plazos de entrega finales costará a la empresa italiana un 1% de esta suma a la semana. Un alto responsable de Nuovo Pignone está en Moscú negociando con las autoridades una revisión de los plazos.

Los abogados de la empresa Dresser France, por su parte, han iniciado contactos cerca del Departamento de Comercio de Estados Unidos para que éste revise su decisión de sancionar a la empresa francesa por suministrar componentes para la construcción del gasoducto. Según los abogados de la misma, las sanciones colocan a la empresa en una situación muy seria e irreparable cara al futuro.

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