Situación explosiva en Oriente Próximo

EE UU garantiza la seguridad de sus aliados en el golfo Pérsico

Estados Unidos mantiene estrechas consultas con sus aliados del área del golfo Pérsico y está preparado para "apoyar su seguridad" en caso de peligro provocado por la guerra entre Irán e Irak, según un comunicado de la Casa Blanca que también pide el cese de las hostilidades y la apertura de negociaciones entre Teherán y Bagdad.El presidente norteamericano, Ronald Reagan, está informado permanentemente de la evolución del conflicto "y mantiene estrechos contactos con los líderes de Arabia Saudí y de otros países de la zona", ha dicho el portavoz de la Casa Blanca, Larry Speakes. En un comu...

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Estados Unidos mantiene estrechas consultas con sus aliados del área del golfo Pérsico y está preparado para "apoyar su seguridad" en caso de peligro provocado por la guerra entre Irán e Irak, según un comunicado de la Casa Blanca que también pide el cese de las hostilidades y la apertura de negociaciones entre Teherán y Bagdad.El presidente norteamericano, Ronald Reagan, está informado permanentemente de la evolución del conflicto "y mantiene estrechos contactos con los líderes de Arabia Saudí y de otros países de la zona", ha dicho el portavoz de la Casa Blanca, Larry Speakes. En un comunicado oficial, la Casa Blanca indica que, a pesar de la inquietud que provoca la escalada bélica entre Teherán y Bagdad (sobre todo por la posible extensión de la influencia soviética en la zona y el riesgo para los yacimientos de petróleo), Washington se mantendrá neutral en el conflicto.

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"Urgimos el cese inmediato de las hostilidades y el inicio de negociaciones en busca de una solución pacífica", dice el comunicado de la presidencia, que recuerda que el Gobierno norteamericano apoyó

Las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, en 1980 y el pasado lunes, que piden el fin de la guerra entre Irán e Irak.

La gran preocupación de Washington radica en el riesgo de que una extensión del conflicto, que tiene cariz de guerra santa para los iraníes, provoque cambios radicales en los regímenes políticos de los emiratos del golfo o, incluso, en Arabia Saudí.

En el plano militar, los expertos del Pentágono afirman que la situación no está clara. Dudan de que los iraníes puedan mantener una ofensiva a largo plazo en territorio enemigo. Tampoco están nada claras las disponibilidades de armamento en ambos bandos. Destacan los problemas del Ejército de Irán en piezas de recambio, junto con las nuevas adquisiciones, por valor de 2.000 millones de dólares, por parte del Ejército de Irak, entre los que figurarían misiles de procedencia francesa, vehículos para la infantería de origen español y nuevos aviones Mirage.

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Moscú no ha reaccionado aún oficialmente y ayer la agencia Tass se limitó a dar cuenta de las operaciones lanzadas por los iraníes en el frente sur con Irak, sin añadir ningún comentario.

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