ECOLOGÍA

Una conferencia patrocinada por la ONU denuncia, en Londres, los peligros para el medio ambiente

Un centenar de personalidades científicas y políticas procedentes de 39 países se ha reunido en Londres durante dos días, en una conferencia internacional organizada por iniciativa del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), con objeto de examinar críticamente las políticas gubernamentales frente al entorno natural, informa AFP.

Entre los participantes se encontraban Sean McBride, ex ministro de Asuntos Exteriores de la República de Irlanda y premio Nobel de la Paz; el francés Jacques-Yves Cousteau, especialista en asuntos marítimos, y Charles de Haes, de Bélgica...

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Un centenar de personalidades científicas y políticas procedentes de 39 países se ha reunido en Londres durante dos días, en una conferencia internacional organizada por iniciativa del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), con objeto de examinar críticamente las políticas gubernamentales frente al entorno natural, informa AFP.

Entre los participantes se encontraban Sean McBride, ex ministro de Asuntos Exteriores de la República de Irlanda y premio Nobel de la Paz; el francés Jacques-Yves Cousteau, especialista en asuntos marítimos, y Charles de Haes, de Bélgica, director del Fondo Mundial de la Naturaleza (WWF).Los asistentes se centraron en el estudio de seis informes. En primer lugar, ha constituido un motivo de inquietud la deforestación. Los bosques tropicales, que cubren una superficie equivalente a la de Estados Unidos y albergan cerca de la mitad de las especies vegetales y animales de la Tierra, se encuentran en peligro de desaparición.

La roturación intensiva, orientada a la extensión de la superficies cultivables para hacer frente al crecimiento de las poblaciones, y la explotación salvaje de los bosques con fines comerciales (un millón de kilómetros cuadrados entre 1958 y 1978) han provocado un fenómeno de erosión, multiplicado los peligros de inundaciones y de corrimientos de tierras, y han reducido la capacidad de los depósitos naturales de agua. En Africa, Asia, América Central y Oceanía, cerca de un millón de especies naturales se encuentran amenazadas de extinción y las poblaciones aborígenes se ven obligadas a abandonar su entorno natural.

Desiertos y desertización

La desertización de tierras cultivables fue el segundo tema. Este problema pone también en peligro la supervivencia de millones de seres humanos. Más de un tercio del terreno cultivable está amenazado de infertilidad, según han señalado los expertos. Este hecho viene a añadirse a la existencia de ocho millones de kilómetros cuadrados de desiertos y de diez millones de kilómetros cuadrados de zonas semidesérticas.Paralelamente, la degradación de los suelos, debida tanto a su explotación intensiva como a los fenómenos de erosión natural y a la polución, podría tener, a corto plazo, consecuencias desastrosas para la producción de alimentos en el mundo.

Las transformaciones del clima y el posible aumento de la temperatura sobre el planeta, cuyas consecuencias económicas y sociales serían dramáticas para los países en vías de desarrollo, han atraído también la atención de los participantes en la conferencia de Londres.

Según las previsiones, el incremento de los índices de gas carbónico en la atmósfera, debido sobre todo a la combustión de los carburantes fósiles (carbón y petróleo), a la desaparición de bosques y a la explotación de nuevas tierras, podría provocar en el siglo próximo un aumento de un grado centígrado en la temperatura media de la superficie del globo.

El último informe estudiado fue el relativo al fenómeno de las lluvias ácidas, provocado por un incremento del nivel de nitrógeno y de óxidos en la atmósfera, que tiene ya en estos momentos efectos desastrosos sobre los monumentos y los lagos y los cursos de agua, reducidos a la esterilidad por la contaminación. También en este apartado se consideran responsables los humos producidos por la combustiéndelos carburantes fósiles.

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