'Cumbre' atlántica en Bonn

Ronald Reagan preconiza una paz armada

El presidente norteamericano, Rónald Reagan, defendió ayer en Bonn, en un discurso ante el Parlamento federal alemán (Bundestag), una paz basada en la disuasión "que ha mantenido la paz, y por eso tenemos que dar los pasos necesarios para que la disuasión tenga credibilidad".

Reagan fue acogido con fuertes aplausos en la sala plenaria del Bundestag, aunque algunos diputados socialdemócratas permanecieron sentados. Dos diputados que abandonaron el partido socialdemócrata (SPD), Karl-Heinz Hansend y Manfred Coppik, trataron de interrumpir con gritos aislados e incomprensibles el discurso ...

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El presidente norteamericano, Rónald Reagan, defendió ayer en Bonn, en un discurso ante el Parlamento federal alemán (Bundestag), una paz basada en la disuasión "que ha mantenido la paz, y por eso tenemos que dar los pasos necesarios para que la disuasión tenga credibilidad".

Reagan fue acogido con fuertes aplausos en la sala plenaria del Bundestag, aunque algunos diputados socialdemócratas permanecieron sentados. Dos diputados que abandonaron el partido socialdemócrata (SPD), Karl-Heinz Hansend y Manfred Coppik, trataron de interrumpir con gritos aislados e incomprensibles el discurso de Reagan, que dijo: "Parece que hay un eco en la sala". Los dos diputados, al final del discurso y por medio de silbatos, dejaron constancia de su protesta contra Reagan.Llamó la atención la ausencia del presidente socialdemócrata Willy Brandt, que se encuentra en el extranjero. En Bonn se recuerda que Reagan no recibió a Brandt cuando éste visitó Estados Unidos. Otro incidente llamativo ayer en Bonn ocurrió cuando, en medio del discurso de Reagan, empezaron a sonar en el barrio del Gobierno sirenas de alarma, que la policía no fue capaz de cortar. Las sirenas sonaron durante casi una hora. En la RFA las sirenas se asocian con los bombardeos de la segunda guerra mundial. Hace días la organización terrorista Células Revolucionarias prometió a Reagan un sonoro recibimiento para su llegada a Bonn.

Reagan recitó brillantemente su discurso de media hora sin mirar el texto escrito y escuchó grandes aplausos cuando aseguró que en Estados Unidos permanecerá un aliado "fiable y fuerte de Europa, se lo aseguro yo. Las costas de Europa son nuestras costas. Las fronteras de Europa, nuestras fronteras. Es taremos a su lado en defensa de la libertad y la dignidad humanas".

Además de una paz basada en la disuasión y en "una América fuerte", Reagan aseguró que las tropas norteamericanas "bien armadas y entrenadas permanecerán en Europa" y se mostró dispuesto a dejarlas sometidas a la Alianza. "Con estas acciones, el pueblo norteamericano les envía un mensaje: "Alemania, estamos a vuestro lado. Tú no estás sola". Nuestros enemigos cometerían un terrible error si piensan que no vamos a cumplir nuestro compromisos en la Alianza".

Reagan apeló a mantener los esfuerzos en los gastos para la seguridad, a pesar de las dificultades económicas, y dijo que "nuestra economía libre ha con seguido ventajas tecnológicas que el otro sistema de economía encorsetada e ideológica nunca podrá superar".

El presidente norteamericano se mostró conciliador con el movimiento pacifista cuando dijo que "la amenaza atómica es una bestia horrible", y citó una pancarta de una manifestación pacifista alemana en la que se podía leer: "Yo tengo miedo". Reagan dijo que "yo no conozco a nadie con un puesto dirigente en Occidente que no comprenda esta seria advertencia. También yo me siento unido a aquellos que desfilan en favor de la paz. Si yo estuviese convencido que con marchar se consigue un mundo más seguro, yo me pondría incluso en la cabeza del desfile".

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Reagan se enfrentó con los argumentos de los que proponen un desarme unilateral, los partidarios de la renuncia a una parte de la estrategia de disuasión y los que critican la falta de resultados positivos de las conversaciones de desarmes.

Reagan hizo un recorrido sobre las diferentes propuestas de desarme de los últimos meses: la eliminación total de las armas nucleares estacionadas en el territorio europeo opción cero y el comienzo de las conversaciones para reducción de armas estrategicas Start el próximo 29 de junio en Ginebra. Reagan sugiere para las conversaciones Start dos fases: una primera de reducción de las cabezas nucleares y de los cohetes, y una segunda, que imponga una limitación equilibrada de las armas estratégicas.

En su discurso, Ronald Reagan propuso la reducción de fuerzas convencionales en Centroeuropa a 700.000. Esta propuesta se presentará en las conversaciones de desarme convencional en Viena.

El presidente de Estados Unidos concluyó su discurso con la referencia a la catedral de Colonia y pidió que: se construyese una paz para las generaciones futuras, "tan duradera como las torres de la catedral de Colonia".

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