El presidente de Estados Unidos quiere dar una imagen más pacifista ante Europa

Cuando el avión presidencial, el Air Force Number One, despegue hoy de la base aérea de Andrews, en dirección hacia París, comenzará una de las misiones más difíciles del actual presidente de Estados Unidos. A lo largo de diez días, Reagan viajará con su séquito a París, Roma, Londres, Bonn y Berlín, destacando su presencia en las cumbres de Versalles, sobre temas económicos, y Bonn, sobre asuntos defensivos. Uno de los objetivos de este viaje es mejorar su imagen ante los europeos, dotándola de tonos más pacifistas.

, Aunque, en principio, se había especulado con una breve escala en Ma...

Cuando el avión presidencial, el Air Force Number One, despegue hoy de la base aérea de Andrews, en dirección hacia París, comenzará una de las misiones más difíciles del actual presidente de Estados Unidos. A lo largo de diez días, Reagan viajará con su séquito a París, Roma, Londres, Bonn y Berlín, destacando su presencia en las cumbres de Versalles, sobre temas económicos, y Bonn, sobre asuntos defensivos. Uno de los objetivos de este viaje es mejorar su imagen ante los europeos, dotándola de tonos más pacifistas.

, Aunque, en principio, se había especulado con una breve escala en Madrid, no pareció necesario para los estrategas de la Administración Reagan incluir una corta etapa en España -como la que hizo el presidente Jimmy Carter, en junio de 1980, tras la cumbre de Venecia-, ya que el recibimiento a España en la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) tendrá como marco la cumbre atlántica de Bonn, con asistencia del presidente Calvo Sotelo, uno de los pocos líderes occidentales que nunca ha viajado a Washington desde la entrada en funciones de la presidencia Reagan.Crear una "imagen más favorable del presidente Reagan" es uno de los objetivos prioritarios de la Casa Blanca durante el periplo. La tarea no será fácil, a pesar del claro giro dado estas últimas semanas por Washington, en temas tan conflictivos en las relaciones interaliadas como son las armas nucleares, en defensa, y los tipos de interés bancario, en economía.

En materia de política militar, Ronald Reagan llega a Europa con una perfilada aureola de casi pacifista visto desde Washington. El presidente Reagan cambia de estilo, después de los tradicionales ataques verbales a la Unión Soviética por su carrera armamentista, por su denuncia contra la intervención de Estados Unidos en Centroamérica -asunto completamente silenciado en los medios políticos norteamericanos, tras la guerra de las Malvinas- y el recordatorio de los cásos de Polonia y Afganístán.

Reagan acepta un encuentro en la cumbre con el presidente Leónidas Breznev para el otoño próximo. Propone reducir un tercio el potencial de misiles intercontinentales. Confirma el inicip de las negociacioes START para el 29 de junio, en Ginebra. Prepara un importante discurso para mediados de mes ante la Asamblea General de Naciones Unidas, en Nueva York, dedicada al problema del desarme.

Simultáneamente al girofilosófico en las relaciones Washington-Moscú, tema sobre el que existe tan lógica sensibilización en Europa occidental, el presidente Reagan defiende a capa y espada el más elevado presupuesto militar de la historia de EE UU en época de paz. Niega el concepto de congelación de las armas nucleares. Limita su oferta de reducir en un tercio los misiles intercontinentales, dejando aparte los cohetes submarinos y los bombarderos atómicos. Continúa en su programa de fabricar las nuevas generaciones de misiles intercontinentales MX, los superbombarderos B-1 y los submarinos nucleares Trident.

Otro elemento clave de la gira europea de Ronald Reagan sera la demostración clara de que, en caso de conflicto bélico -como ocurre hoy con la guerra de las Malvinas-, Estados Unidos está del lado de sus aliados tradicionales.

Un gesto valorado positivamente en la mayoría de las capitales europeas y que, en el caso de España, demuestra claramente las limitaciones de autonomía en política exterior que supone el ingreso en la OTAN. En este contexto se entrevistará Reagan con Calvo Sotelo en Bonn.