Cerrar por miedo

La ciudad de Bilbao fue escenario ayer de una de las manifestaciones más numerosas que se recuerda, aunque no superior seguramente, en número de asistentes, a la que siguió al asesinato del ingeniero José María Ryan. Si en una misma manifestación las cifras de asistentes son discordantes, no es fácil asegurar que la de ayer haya sido menos numerosa que la de hace algo más de dos años. ( ... )Si de manifestaciones dependiera, éste sería un país pacífico, libre de sobresaltos terroristas y golpistas. Sin buscar otros antecedentes, baste recordar ahora los dos impresionantes minutos de silencio d...

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La ciudad de Bilbao fue escenario ayer de una de las manifestaciones más numerosas que se recuerda, aunque no superior seguramente, en número de asistentes, a la que siguió al asesinato del ingeniero José María Ryan. Si en una misma manifestación las cifras de asistentes son discordantes, no es fácil asegurar que la de ayer haya sido menos numerosa que la de hace algo más de dos años. ( ... )Si de manifestaciones dependiera, éste sería un país pacífico, libre de sobresaltos terroristas y golpistas. Sin buscar otros antecedentes, baste recordar ahora los dos impresionantes minutos de silencio de hace un año. Sin embargo, sabemos que no es así. Las manifestaciones pueden ser útiles si son receptivos y sensibles aquellos contra quienes se dirigen. Por desgracia, esto no ocurre con los golpistas ni con los terroristas. ( ... )

No queremos, decir con ello que nos parezcan ociosos actos testimoniales como el de ayer. Nos parecen absolutamente necesarios en la situación que nos ha tocado vivir. Pero los creemos insuficientes. ( ... )

De ahí que nos cueste aceptar la versión que adelantábamos ayer, según la cual las obras podrían sufrir una paralización. Sobre todo, si tal decisión no viene inspirada por el lógico temor de los trabajadores y fuera adoptada por Iberduero o por el Gobierno vasco, aislada o mancomunadamente. Suspender por coacción las obras de la central nuclear, próxima a su entrada en servicio, sería tanto como entregar maniatada a la sociedad vasca al terrorismo de ETA.

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8 de mayo

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