La cuarta reserva ecológico-educativa de España se abrirá en Cantabria

En los próximos meses, Cantabria contará con una reserva ecológica educativa. Esta tiene como objeto el «desarrollar en los niños hábitos y aptitudes ante la naturaleza distintos a los que ahora tienen», señala Emilio Flor, geólogo y profesor de BUP, principal responsable del proyecto. El Area Natural de Investigación Didáctica y de Educación Ambiental, que es la denominación oficial de las reservas ecológicas, se pondrá en marcha mediante un concierto de colaboración entre la Universidad de Santander y la Diputación regional.El proyecto ha sido realizado por el Instituto de Ciencias de la Edu...

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En los próximos meses, Cantabria contará con una reserva ecológica educativa. Esta tiene como objeto el «desarrollar en los niños hábitos y aptitudes ante la naturaleza distintos a los que ahora tienen», señala Emilio Flor, geólogo y profesor de BUP, principal responsable del proyecto. El Area Natural de Investigación Didáctica y de Educación Ambiental, que es la denominación oficial de las reservas ecológicas, se pondrá en marcha mediante un concierto de colaboración entre la Universidad de Santander y la Diputación regional.El proyecto ha sido realizado por el Instituto de Ciencias de la Educación (ICE), de Santander, en el marco del acuerdo suscrito en 1978 entre el INCIE (organismo administrativo que agrupa a todos los ICE de España) y el Instituto para la Conservación de la Naturaleza (Icona), de acuerdo con el cual cada provincia debería contar, al menos, con dos reservas ecológicas educativas. No obstante, dificultades presupuestarlas han impedido el cumplimiento del plan, existiendo tan sólo, actualmente, tres reservas de este tipo en España: la de Canencia en la sierra de Guadarrama, la de Borga en los Pirineos y la de Timanfaya en Lanzarote.

El objetivo principal de las reservas ecológicas educativas es el de acercar la naturaleza al aula, para lo que es necesario contar con recursos pedagógicos suficientes y el diseño de una serie de itinerarios que puedan ser recorridos por alumnos y profesores. Sin embargo, el profesor Flor opina que «no debemos quedarnos sólo en eso. Pretendemos», añade, «que la visita a la reserva ecológica no sea sólo una excursión y que, una vez en clase, el niño vuelva al mismo sistema de siempre».

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