Violenta manifestación de los siderúrgicos belgas
Unas 8.000 personas -5.000 según la gendarmería- protagonizaron ayer, en Bruselas, una violenta manifestación contra los programas gubernamentales y de la CEE tendentes a reducir los puestos de trabajo en la siderurgia. Los manifestantes lograron entrar en el edificio de la Comisión Europea -órgano ejecutivo de la CEE-, y una delegación subió hasta el piso trece para entrevistarse brevemente con su presidente, Gaston Thorn.
Convocados por el sindicato socialista FGTB y por el sind Icato cristiano CSC, los manifestantes gritaban contra el Gobierno belga y contra la CEE, consideráiidoles ...
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Unas 8.000 personas -5.000 según la gendarmería- protagonizaron ayer, en Bruselas, una violenta manifestación contra los programas gubernamentales y de la CEE tendentes a reducir los puestos de trabajo en la siderurgia. Los manifestantes lograron entrar en el edificio de la Comisión Europea -órgano ejecutivo de la CEE-, y una delegación subió hasta el piso trece para entrevistarse brevemente con su presidente, Gaston Thorn.
Convocados por el sindicato socialista FGTB y por el sind Icato cristiano CSC, los manifestantes gritaban contra el Gobierno belga y contra la CEE, consideráiidoles responsables de la pérdida de empleos, especialmente dura en Bélgica. "Le hemos dicho a Thorn que estamos llegando a un punto de ruptura, y, que si no se encuentra una solución inmediata para salvar la siderurgia, la agitación social va a ir aumentando sin remedio", explicó un líder sindical de la FGTB.Una vez fuera del recinto de la CEE, y en medio de un impresionante dispositivo policial, los manifestantes pretendieron llegar hasta la sede del Parlamento y de algunos sindicatos, pero los gendarmes -con uniforme de combate- se lo impidieron. La manifestación se dispersó después de violentos enfrentamientos, que provocaron daños materiales, sobre todo en coches estacionados. En dos ocasiones los gendarmes -muchos de los cuales iban a caballo- tuvieron que retirarse ante la ira de los trabajadores, para volver después a la carga con gases lacrimógenos. Algunos policías se estrellaron con sus monturas contra coches estacionados y se produjeron algunos heridos de escasa consideración. El malestar social en Bélgica ha aumentado fuertemente después de que el Gobierno hicíera aprobar en el Parlamento una ley de poderes especiales.